¿Estamos arriba o abajo? ¿A izquierda o derecha? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo estamos? ¿Contenidos o desahuciados? En momentos como este que estamos viviendo, es menester tener la mente clara y la lente limpia. Mirar con nuestros ojos y cuidarse de la falsa interpretación de la realidad que nos entrega el caleidoscopio de quienes nos relatan como si los cuatro millones de hinchas de nuestra gloriosa institución estuviésemos representados por el queridísimo Walter Lovito contra Newell’s en el famoso video “No te veo, te siento” de 2012.
Hay una lente que separa a entretenedores de entretenidos. Todos los nacidos en civilización después de mediados de siglo pasado somos o hemos sido alguna vez del segundo grupo, incluso los primeros, que al llegar a ese lugar parecen creerse superhombres. Hoy, el lugar que ocupan algunos de estos bufones mediáticos les hace creer que tienen la investidura para decir a quiénes el hincha puede exigirles algo y a quiénes no.
Lo que no es casual es que esa imagen caleidoscópica que nos entregan los lazarillos del poder, nos intenta guiar lejos del corazón y cerca de los contratos en los que San Lorenzo revienta su patrimonio. Los buenos y los malos, los videos y los rumores, el trabajo y los asados. Anoche, cuando el padre del videoanalista del club y el muchacho al que le conocemos la voz por gritar incoherencias en un programa del mediodía de Disney le consultaban al orgulloso hincha de Vélez que hace nuestro campo de juego para esa señal por la vez que Batalla casi le saca el puesto a Torrico, este último omitió comentar que eso no se dio porque entresemana el ex arquero de River se comió 4 goles en un partido de reserva. Claro, hay que cuidar los intereses. Los intereses de todos menos de San Lorenzo.
Mi única mención sobre el fútbol en estas dos semanas será el siguiente párrafo: Gracias a Torrico, San Lorenzo empató su primer partido en el campeonato tras haber empezado perdiendo y se aseguró no salir último por primera vez en la historia. El Cóndor es lo más sano que le pasó a este club en los últimos 35 años. Su historia merece un final a la altura del legado que deja. Trabajemos en ello. Monarriz es un tipo que tiene muy floja lectura durante los partidos. Se vio contra Sarmiento en un partido en el que se terminó ganando porque ellos son los tipos con menos puntería del campeonato. El chico Flores debe irse a jugar a Defensa y Justicia, Godoy Cruz o Talleres por al menos una temporada. Seguir jugando en la primera de este club en llamas es tan perjudicial para nosotros como para él.
Es muy importante que el hincha esté involucrado con lo que sucede en el club. Es muy importante que el hincha vea en esos 110 por 70 metros cómo los contratos dolarizados de esta dirigencia se arrastran por la cancha durante los 95 o 96 minutos semanales, cómo, los que están sentados en el banco, que alguna vez ocupó gente digna y capaz, documentan audiovisualmente a hinchas comunes con la fuerza policial por un par de insultos. Es muy importante llevar registro de las actuaciones, declaraciones y de los gestos de cada uno de los valores humanos de este club. Si la coyuntura les permite a los responsables lavarse las manos en el futuro, que el jabón les salga caro.
AUTOR: Matias Buscalia
Colaborador en DBV. Socio de San Lorenzo nro. 27.982. Periodista. Productor.
Bufones!!!! la síntesis perfecta para defiir a estos dos personajes