PEQUEÑOS REFERENTES

FUTBOL PROFESIONAL

En medio del conflicto de Lucero y los Peralta Bauer, el más experimentado de los chicos, Gabriel Rojas, publicó en su Instagram una foto junto a todos los juveniles y una frase determinante: “Hay que cuidar y proteger a los chicos, somos y seremos siempre el patrimonio del club”. Un mensaje fuerte para los de arriba.

A principios de febrero, se confirmaron las idas de Matías y Julián Palacios al Basilea y a Talleres, respectivamente. Tras el reclamo de los hinchas, el hermano mayor finalmente se quedó en el club y hoy es una pieza importante del primer equipo. Como contamos acá, es algo habitual en San Lorenzo que a los chicos les cueste el triple ganarse su lugar.

Los Palacios son dos hermanos de los cuales se habla mucho desde hace años en el Mundo San Lorenzo. Julián fue el primero en prometer futuro. Luego, Matías superó las expectativas de todos y la rompió tanto en San Lorenzo como en las distintas Selecciones Juveniles. Y así fue récord en el club al ser el jugador más joven en usar nuestra hermosa camiseta, con tan solo 16 años, cuatro meses y 11 días, en la victoria por 3-2 ante Patronato en el Nuevo Gasómetro.

Sin embargo, en el momento de dar la explosión, el club les puso barreras difíciles de sortear. Matías no tuvo minutos con Almirón ni Pizzi, y a pesar de ser titular toda la pretemporada con Soso, apenas sumó 132 minutos con él. Fue vendido al Basilea tres días antes del debut de Dabove. Desde su primer partido hasta su venta, llegaron al club: Román Martínez, Castellani, Loaiza, Menossi, Mauro Pittón, Diego Rodríguez, Piatti y Elías. Solo el Torito duró más de un año y no precisamente por sus buenas actuaciones.

Matías Palacios se fue en condiciones poco claras (como siempre), aunque hace poco se filtró un documento que confirma su venta en 2.775.000 euros más 740.000 variables por objetivos. Esta semana lo escuchamos a su hermano hablar sobre esa transacción, en una entrevista para Pasión por el Ciclón: “Lo chamuyaron que lo iban a tener en cuenta y cuando vino la oferta y le pregunté lo que pensaba, me decía que acá sólo trotaba alrededor de la cancha, a mí me duele porque yo quería jugar con él”.

También comentó que San Lorenzo no le da a las inferiores el lugar que se merecen y que él mismo ya pensó como cinco o seis veces en dejar todo e irse a su casa. Así se sienten los juveniles de San Lorenzo. Luego agregó que, desde su lugar, lo que pudo hacer fue luchar todos los días y romperla cuando le tocó para no salir más. Celebramos estas actitudes de ir al frente y decir las cosas como son. Tras el fallido traslado a Córdoba en un préstamo sin cargo y con una opción de apenas 750.000 dólares por el 65% del pase, el juvenil se ganó su lugar en el primer equipo a fuerza de trabajo.

Incluso cuando no te sale un Ángel Correa, los Julián Palacios demuestran lo mucho que le suma al equipo su cariño por el club, el trabajo, el coraje, el luchar día a día, ese plus que otros experimentados jamás supieron darnos. Uno entiende lo difícil de retener a un jugador que lo busca el Atlético de Madrid, como en el caso de Angelito. Pero no podemos aceptar que jugadores como Kannemann se vayan tan fácilmente a brillar en otros lugares.

Nos debemos como club cuidar y sostener a estos chicos para que dejen un legado. Quiero que Julián Palacios juegue 10 años más en San Lorenzo. Que sea referente del modelo de club que queremos y que los chicos de la quinta puedan mirar arriba esperanzados del futuro y no buscando la salida ante la falta de oportunidades.

AUTOR: Pablo Riva Mosquera

Colaborador en DBV. Socio de San Lorenzo nro. 15.042. Administrador en Toldos Chicos y Director de Administración y finanzas en Tekuoia.

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