VACAS FLACAS Y TRENES QUE PASAN

FUTBOL PROFESIONAL

En épocas de vacas flacas, hay oportunidades que no se deben dejar pasar. Sumar de a tres contra equipos de la valía de Platense es un tren al que San Lorenzo no puede darse el lujo de no subir. Es que no hay plantel para pelear mucho más arriba. El equipo de Montero empató en Vicente López y en este brevísimo desarrollo voy a intentar explicar por qué me parece un garrón.

Lo rescatable

Voy a empezar por lo que me pareció positivo: por un lado, la línea de tres. En general, fue sólida. Los principales problemas pasaron por otro lado que ya detallaré. En segundo lugar, mantener el pegar primero. San Lorenzo volvió al gol y, como siempre que lo hizo, lo hizo primero, lo que es muy difícil y muy importante, porque eso genera que el equipo contrario se adelante y te ceda espacios. Por último, es destacable la cantidad de remates al arco contrario. Habíamos contado sólo 7 en los 4 partidos perdidos de forma consecutiva, bien, el sábado lo intentó 12 veces y acertó al arco en 5 de ellas.

El medio

Ahora bien, poner tres hombres a marcar en el fondo y tres más a atacar adelante te vacía la mitad de la cancha. Y convengamos que San Lorenzo no tiene a la dupla con más despliegue en ese sector. El medio se lo repartieron un Ortigoza que camina y Rosané que no es mago y por consecuencia no puede estar en todos lados. La mitad de la cancha no fue un terreno a disputar, sino uno que de entrada diste por perdido intentando apostar por algo así como un juego más bien directo, de área a área. De continuar con este esquema, ¿no convendría que esa dupla sean Rosané y Sabella? El Gordo no puede seguir siendo titular.

El DT

Sí, el gol es casi todo un error de Torrico, con la cancha embarrada y la pelota mojada, pero error al fin. Sin embargo, un ratito antes Mansilla había tenido una chance clarísima también por el lado de Curuchet, que le ganó casi todas a Fernández Mercau. ¿No hubiese sido mejor reforzar esa zona, viendo que Madelón apostó atacar por ahí? San Lorenzo vuelve a hacer el gol primero, pero también vuelve a no poder sostenerlo por tercera vez (tres empates, todos 1-1). A ver, el plantel es limitado, pero otra vez no entendí los cambios.

El garrón

Invito a que repasen los equipos que ocupan los últimos puestos del torneo. San Lorenzo ya jugó con cuatro de los últimos cinco, lo que invita a pensar que lo que viene es todavía más competitivo si es comparado con los rivales ya enfrentados. Digo más, este equipo solo ha podido ganarle al anteúltimo, al duodécimo (con la fecha todavía en juego) y a un combinado de juveniles de Boca que jugaban su tercer partido en 96 horas. A los otros siete partidos disputados los perdió o empató. Y de todos ellos recibió al menos un gol.

Una conclusión

En la columna anterior dije que San Lorenzo estaba para intentar hacer un papel decoroso con los planteles fuertes y ganarle a los de bajo presupuesto. Platense es uno de estos últimos. Cuando la guerra asoma, hay que aprovisionarse. Y seamos claros: nadie conoce muy bien las proporciones de la debacle a la que esta crisis institucional que estamos atravesando nos va a a llevar, por lo que hacerse de un colchón de puntos de cara a la vuelta de los descensos es menester. Y San Lorenzo no está pudiendo hacerlo como corresponde. Es preocupante.

AUTOR: Matias Buscalia

Colaborador en DBV. Socio de San Lorenzo nro. 27.982. Periodista. Productor.

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