SABER CUÁNDO PARAR

FUTBOL PROFESIONAL

¿Nunca te pasó que se te había ocurrido una idea genial y, cuando la fuiste a implementar, te diste cuenta de que por ahí necesitabas la opinión de un tercero que te pusiera los pies sobre la tierra? Bueno, a veces a Montero pareciera que nadie lo agarra del hombro para decirle: “amiga(o), date cuenta”.

Sobre Ortigoza

El problema principal de San Lorenzo se repite desde la fecha 1. Y es como esas vergüenzas familiares que todos conocemos, pero que nunca se tocan, una herencia fraudulenta, un tío golpeador o alguna experiencia medio al límite con la falopa. Está todo ahí, pero lo escondemos abajo de la alfombra y dejamos la limpieza para más adelante. El problema principal de San Lorenzo es la vuelta de Ortigoza con casi 37 años

Con pelota mete algunos pocos pases filtrados muy cada tanto y dos o tres pelotazos largos por partido. Sin embargo, suele errar más de un pase a algún compañero a que está a dos metros.

Sin pelota sobra. Ortigoza parece hacerle caso a eso que decía el Papu, que cuando no sabe ubicarse, va donde el árbitro, que generalmente no hay nadie. El tema es que lo hace cuando la pelota la tiene el contrario.

En un equipo de primera línea, alguien con esas condiciones físicas no podría siquiera entrar en consideración, pero si había líneas en San Lorenzo ya las vendieron por gramo para el menudeo de enfrente. Bastante lejos estamos de medirnos la pija con los poderosos. ¿A qué voy con esto? A que tampoco se le pide el despliegue de Eduardo Camavinga a Ortigoza. Para que las palabras tengan sustento, acá separo una jugada del primer tiempo en la que queda más o menos graficado lo que vengo diciendo (y lo que todos venimos viendo) desde hace 13 fechas.

  1. Ortigoza sale (es atraído), va al piso y no puede cortar. Aclaración: generalmente el 5 NO DEBE ir al piso ni a cortar, en zonas cercanas al lateral. Menos si esa zona está ya poblada y puede hacerlo otro. Al 5 se lo necesita en el carril central del campo de juego, no en la periferia.
  2. Consumada la derrota contra su atacante, queda parado y corriendo (caminando) de atrás. Gordillo, que no jugó un buen partido, solo contra CUATRO atacantes.
  3. La jugada, lógicamente, es más rápida que él. Y sí, el 4 y el stopper derecho podrían haber hecho mejor las cosas, pero el lugar que debía ocupar el 20 estaba vacío por ir a cortar lejos y no poder volver.
  4. Remata Zabala. Podría haber sido el primer gol de Central. Ortigoza a 15 metros.

Sobre el DT

A todo esto, el DT apuesta al juego directo, el pivoteo de Di Santo, la segunda pelota de Uvita y alguna individualidad de Cerutti. El San Lorenzo de Montero aborrece la pelota. La odia, la desprecia, la detesta. Visceralmente. Como los escoceses a Inglaterra, como los escoceses a los galeses, como los escoceses a otros escoceses. El problema es que, si bien se puede ganar teniéndola menos, cuando se pincha la rueda de Cerutti, el DT va y, teniendo el desequilibrio de Palacios o de Hausch, pone a Sabella. San Lorenzo no atacó más. Sí, el chico de la 40 debía entrar, pero por Ortigoza cuando el Kily González puso al hermano de Lo Celso a pisar la pelota en el campo nuestro.

Una conclusión

En el final, con problemas que se repiten una y otra vez, con resultados que no se dan, con un presente que no mejora y con unos jugadores que no responden, parece que al calvo entrenador de San Lorenzo nadie lo ayuda. Nadie le conversa. Nadie le ceba unos mates y le dice: “macho, hay que saber cuándo parar”.

AUTOR: Matias Buscalia

Colaborador en DBV. Socio de San Lorenzo nro. 27.982. Periodista. Productor.

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