«SAN LORENZO Y BOEDO SON SINÓNIMOS»

VUELTA A BOEDO

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Buenas tardes:

Seguramente muchos de los legisladores y vecinos presentes en esta audiencia sabrán que la primera película sonora que se rodó y estrenó en nuestro país se llama “¡Tango!”. Un dato tal vez menos conocido, es que una semana después, en ese mismo mes de mayo de 1933 se estrenó el segundo film sonoro argentino: “Los Tres Berretines”. Esta película cuenta la historia de un ferretero porteño con tres hijos, cada uno de los cuales tiene un “berretín” (el cine, el tango, y el fútbol) que lo distrae del negocio familiar. El autor del guión repartió en esos tres personajes las pasiones que en ese entonces tenían los habitantes de nuestra ciudad. Hoy, casi 100 años después, no me atrevería a decir que el cine sea definitorio de la identidad porteña. El tango, por otro lado, sigue siendo uno de los sellos distintivos de Buenos Aires de cara al mundo, aunque localmente ya no se consume como en la primera mitad del siglo XX. Seguramente, de aquellos tres berretines de la película, el fútbol sea el único que se mantiene vivo con la misma intensidad. Nadie puede decir que el fútbol no es parte de la identidad cultural porteña. Y para que exista, se necesitan estadios.

Mi nombre es Gastón Guffanti. Pertenezco a la cuarta generación de una familia sanlorencista. Tengo 46 años y soy socio de San Lorenzo desde el ‘89. Mi bisabuelo y mi abuelo fueron vecinos de Boedo y Parque Chacabuco, y de ellos heredé la identificación con los colores, el club y el barrio. Desde que tengo uso de razón, para mí San Lorenzo y Boedo son sinónimos. No concibo a uno sin el otro, y entiendo que esta Legislatura tiene el deber de aprobar la rezonificación para que se complete la reparación histórica.

Desde muy chico entendí la herida que significó la pérdida de Av. La Plata. Y no hablo solamente de no tener cancha. Me refiero a todo lo que el club le ofrecía al barrio, cuestión que ya fue largamente abordada en esta audiencia. Siempre me ilusionó la idea de volver, aunque lo veía cómo algo ideal.

Hace 20 años que formo parte de la agrupación DeBoedoVengo. Desde sus orígenes, este grupo trabajó la problemática del desarraigo que había sufrido San Lorenzo. Cuando me acerqué a la agrupación tuve la suerte de conocer a Fabián Schwan y al resto de los muchachos (que hoy son mis amigos) y me convencieron de que era posible volver a Av. La Plata. Nunca dudé de los beneficios que esto traería al club y al barrio. Muchos de estos ya fueron expuestos en esta audiencia por quienes me precedieron en el uso de la palabra, por lo que no voy a volver sobre ellos.

Lo que sí me interesa señalar es que en todos estos años no escuché ni leí un solo argumento válido por el cual no pueda aprobarse la construcción de un estadio en el mismo lugar en el que estuvo el Viejo Gasómetro. Desde el año 2005 vivo a 2 cuadras del estadio de Ferrocarril Oeste. Es una zona residencial, con varias calles que aún conservan su empedrado y casas centenarias. En ese sentido se parece un poco a Boedo. En estos casi 16 años, me tocó ver pasar eventos deportivos, políticos y culturales de todo tipo que se integran perfectamente a la vida del barrio.

Escuché decir que la construcción de un estadio haría caer el valor de las propiedades. No vi ningún estudio con buena base estadística que demuestre esto. Y en mi experiencia personal puedo decir que no sé si alguien se va de los alrededores de Ferro, pero sí veo que cada vez hay más edificios en la zona (algunos de ellos apuntados a segmentos de alto poder adquisitivo).

Por otro lado, entiendo que los estadios son parte del equipamiento urbano y cumplen una función social. Al igual que los hospitales, las escuelas, los teatros, los bares. Habrá personas a las que, por las razones que fuere, le molestan cada uno de estos lugares, pero está claro que no se puede legislar en función de deseos individuales.

Vivimos en un mundo en el que las grandes ciudades están perdiendo su identidad, aquello que las distingue a unas de otras; y Buenos Aires no es una excepción. Estamos frente a la oportunidad histórica de reparar el daño que se le hizo en ese sentido a la ciudad, cuando Boedo perdió su estadio. Señores legisladores, contamos con ustedes para esto, no tengan dudas en aprobar esta ley, porque están haciendo lo mejor para la Ciudad.

Muchas gracias.

AUTOR: Gastón L. Guffanti

Miembro Integrante de DBV. Socio de San Lorenzo nro. 4.605. Socio refundador y abonado al Polideportivo.

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