CONTATE OTRO (PARTE 7)

HISTORIA

En este capítulo nos toparemos con un equipo dividido en dos para jugar en ambas Asociaciones, un futbolista haciendo las veces de árbitro (!), torneos finiquitados antes de lo programado y descensos suprimidos sobre la marcha, entre otras “normales anormalidades” del Amateurismo, sin obviar los primeros “títulos” de Huracán y San Lorenzo.

El caso de “los dos Platenses” sirve, como tantas otras irregularidades, para ejemplificar el caos en el que se desenvolvía el fútbol argentino antes de su profesionalización. Frente a la dualidad de una Asociación Argentina de Football (AAF), por un lado, y una Asociación Amateurs de Football (AAmF), por otro, en 1921 el “Calamar” se dividió en dos clubes. Un Platense -hoy considerado el más representativo- siguió jugando en la AAmF, mientras que el otro -conocido como “Platense (Retiro)”- cruzó de vereda hacia la AAF, donde fue promovido de manera directa a la Primera División. Sin embargo, la experiencia duró poco: Platense (Retiro) le hizo honor a su denominación y se retiró del certamen a las seis fechas. Un abandono más en un torneo que no fue “uno más”, ya que significó el primer “éxito” de uno de los equipos más interesados en homologar el Amateurismo: el Club Atlético Huracán.

A las idas de Lanús, Sportivo de Almagro y Palermo, que se habían cambiado de Asociación durante la competencia anterior, se sumó la de Banfield. Es por ello que las instituciones que arrancaron el torneo de la AAF en 1921, planteado para desarrollarse en dos ruedas en base al sistema “todos contra todos”, fueron 11: Boca, Del Plata, Estudiantes de La Plata, Huracán, Nueva Chicago, Porteño, Sportivo Barracas, Sportivo del Norte, Sportivo Palermo, el recientemente ascendido El Porvenir y el ya citado Platense (Retiro), cuyos seis partidos fueron anulados (había ganado uno y empatado dos de ellos). Además, hubo dos ganadores sin jugar (Del Plata como visitante de El Porvenir y El Porvenir en su visita a Porteño); un match que se suspendió a los 65 minutos (El Porvenir-Nueva Chicago) y que se le dio por ganado al local, pese a que estaban 0-0; tres ocasiones en las que Sportivo del Norte se retiró y perdió los puntos (como visitante de Estudiantes y Porteño, y como anfitrión de Nueva Chicago); y un cotejo igualado sin tantos (Sportivo del Norte-El Porvenir) que se suspendió a los 45 minutos y nunca más se completó. Al cabo de 18 accidentadas jornadas, Huracán aventajó a Del Plata por tres puntos en la cima. No se registraron descensos.

El campeonato de la AAmF, en tanto, contó en un principio con casi el doble de participantes: 21. A los 19 que culminaron la anterior temporada se incorporaron Banfield (saliente de la AAF) y General Mitre (ascendido). No obstante, esta última escuadra se desmembró tras jugar 17 encuentros, de los cuales había triunfado en cuatro y empatado en tres (nada de eso importó: los 17 fueron anulados). El listado de incidencias incluyó un compromiso que se suspendió y continuó tres meses después (Independiente 1 – Racing 1); seis oportunidades en las que el local ganó los puntos ante el abandono de la visita (Independiente-Ferro, Barracas Central-Ferro, Defensores de Belgrano-Estudiantil Porteño, San Lorenzo-Ferro, Barracas Central-Banfield e Independiente-Quilmes) y cinco partidos suspendidos antes de que se cumplieran los 90 minutos que jamás prosiguieron (San Lorenzo 0 – Racing 1 a los 82; Racing 5 – Lanús 0 a los 80; Lanús 1 – Gimnasia 0 a los 70; Lanús 0 – San Lorenzo 0 a los 67, y Gimnasia 0 – Independiente 0 a los 85). Por amplia diferencia, Racing volvió a ganar el torneo. Los descensos permanecieron deshabilitados.

Una mención especial merece el Vélez-San Lorenzo del 25 de diciembre de 1921. La igualdad sin goles no pasó a la historia por llevarse a cabo en plena Navidad, sino porque el referí designado no asistió al estadio y se decidió reemplazarlo… ¡por un jugador velezano! Así es, el encuentro fue arbitrado por el delantero Marcelino Martínez, quien se encontraba suspendido por haber jugado sin permiso un cotejo para Boca Juniors (la final de la Copa Aldao de 1920 contra Nacional de Montevideo).

En 1922 el campeonato de la AAmF volvió a tener 21 integrantes (General Mitre fue sustituido por el ascendido Club Atlético Palermo). Su desarrollo fue extenso e irregular: puesto en marcha en abril, se detuvo entre el 31 de diciembre y el 4 de marzo de 1923, y finalizó el 15 de julio de ese año (durante su primera parte -entre el 30 de julio y el 6 de agosto- se produjo la lesión y el posterior fallecimiento del mártir azulgrana Jacobo Urso). Tres suspensiones se definieron en los escritorios: Barracas 1 – Atlanta 1; Atlanta 0 – Palermo 0, y Gimnasia 0 – San Isidro 0 (en todos los casos los puntos les fueron entregados al local). El empate parcial en un gol entre Quilmes e Independiente quedó en stand by y nunca continuó. Misma situación ocurrió en San Lorenzo 0 – Racing 1 (restaban 15 minutos). San Lorenzo 2 – Independiente 1, en cambio, fue suspendido a los 30 minutos y se completó tres meses más tarde. La continuación de Racing 2 – Sportivo Buenos Aires 0, por su parte, se dio más de cuatro meses después y en otro escenario (la cancha de Ferro). De todos modos, nada se compara con el empate entre San Lorenzo y River, que arrancó el 24 de diciembre de 1922 (0-0), siguió disputándose el 25 de marzo del año siguiente (0-1) y tras una segunda suspensión terminó el 13 de mayo (1-1). Quilmes no presentó equipo y perdió los puntos tanto en sus vistas a Lanús y Sportivo Buenos Aires como en su localía versus Palermo. A Defensores de Belgrano y Palermo les sucedió lo mismo como visitantes de Vélez y Sportivo Almagro, respectivamente. Independiente alcanzó a coronarse primero al cabo de 40 maratónicas fechas, mientras que el último lugar de la tabla fue compartido entre Palermo y Quilmes. Luego de un largo debate, la AAmF consideró que el único descenso en juego le correspondía a Palermo (pese a que el club “Cervecero” tenía peor diferencia de gol), lo que motivó que esta institución se cambiara de Asociación.

Para incrementar la cantidad de participantes de su Primera División, la AAF decretó el ascenso de seis equipos: Alvear, Boca Alumni, Progresista, San Fernando, Argentinos Juniors y Sportivo Dock Sud. Así, la competencia quedó conformada por 17 escuadras que se enfrentaron entre sí a lo largo de una sola rueda (a diferencia del torneo de la AAmF, éste se desarrolló íntegramente en 1922, entre abril y diciembre). Huracán repitió su “coronación”, al conseguir tres puntos más que Sportivo Palermo. No hubo descensos. Lo que hubo, por supuesto, fueron irregularidades varias. Entre ellas se destaca el triunfo sin jugar de Nueva Chicago ante la ausencia de Sportivo Barracas y la friolera de nueve localías cedidas (en Sportivo Palermo-San Fernando, Sportivo Barracas-Alvear, Sportivo Norte-Huracán, Porteño-Del Plata, Sportivo Norte-Argentinos, Boca Alumni-El Porvenir, Porteño-Boca, Estudiantes-Boca y Progresista-Argentinos). De todos modos, la mayor polémica se desató en el enfrentamiento entre Huracán y Alvear, ya que el Tribunal le dio el match por ganado al local, pese a que la suspensión (por motivos que no constan en los registros) ocurrió a los 74 minutos, con el tanteador 1-1.

La de 1923 fue otra temporada absurda en el universo de la AAF. La entidad volvió a recurrir a los ascensos masivos (al promover a All Boys, Temperley, Villa Urquiza, Argentino de Banfield y Argentino de Quilmes) y recibió –a dos meses y medio de iniciada la competencia– al Club Palermo (saliente de la AAmF) para llevar a 23 el total de equipos de la máxima categoría. La idea era replicar el formato “todos contra todos” de dos ruedas, pero –como ya había pasado en 1919-, la Asociación determinó un abrupto final anticipado cuando sintió que el calendario se extendía en demasía. Para embarrar todavía más la cancha, debe decirse que Estudiantes de La Plata y Sportivo Palermo se retiraron del torneo sin que se anularan los partidos que habían disputado (22 y 18, en cada caso). Otra incidencia destacable tiene que ver con la modificación del resultado de Palermo 1 – Boca Alumni 1, ya que el partido se le dio por ganado al local debido a que uno de sus futbolistas sufrió una lesión que puso en riesgo su vida. Asimismo, Sportivo Barracas venció en los escritorios a Del Plata, que se retiró a los 24 minutos en señal de protesta por el penal sancionado a favor del local; mientras que Sportivo Dock Sud le cedió los puntos a Boca Alumni. Sólo se habían disputado dos tercios de los encuentros pactados (y la cantidad de partidos completados era bastante dispar de club a club), cuando la AAF instó a los dos transitorios punteros (Boca y Huracán, ambos con 51 unidades, aunque los “Xeneizes” llevaban jugado un partido más) a dirimir el título a través de dos finales, a celebrarse los días 16 y el 30 de marzo de 1924, en una cancha neutral (la de Sportivo Barracas). Boca se impuso 3-0 en el primer cotejo, en tanto que Huracán lo hizo 2-0 en el segundo, por lo que debió organizarse un tercer partido. Disputado el 6 de abril, en GEBA, el desempate no fue tal: igualaron sin goles, incluso tras el tiempo suplementario. Al cabo de nuevas discusiones sobre la definición del título, se acordó la realización de un cuarto encuentro para el 27 de abril, otra vez en Sportivo Barracas. Un detalle: los primeros tres fueron arbitrados por un mismo juez (Servando Pérez), mientras que para el definitivo se designó a un referí uruguayo (Ricardo Villariño). El marcador tampoco se movió durante los 90 minutos reglamentarios, pero Boca consiguió dos goles en la prórroga y así obtuvo –de manera tan controvertida como en las dos primeras– su tercera “conquista”.

A fin de evitar otro desborde cronológico, en julio de 1923 la AAmF instrumentó un campeonato de una rueda entre los 21 participantes de su Primera División (el ascendido Argentino del Sud ocupó el lugar del Club Palermo). Durante el certamen, Independiente venció por la vía del escritorio a Defensores de Belgrano, luego de que el partido (que estaba 1-1) se suspendiera “por el comportamiento rebelde de los jugadores visitantes”. Algo similar pasó en Independiente-River, pero en este caso la victoria se le asignó a la visita y la suspensión (con el match 0-0) obedeció a que un futbolista local agredió al juez. A modo de protesta por esa sanción, el club de Avellaneda resolvió entregar los puntos en su visita a Barracas Central. En tanto, Platense no se presentó a su excursión a Banfield. Vélez-Defensores de Belgrano se pospuso más de un mes por la inasistencia del árbitro (en la primera oportunidad disputaron un amistoso que culminó sin goles, mientras que en el “oficial” ganó Vélez 1-0). Similar situación se vivió en Ferro-Platense (el local triunfó 1-0 en el amistoso y también celebró “por los puntos”, ya que el “Calamar” no acudió a la reformulación del cotejo). Lanús-Tigre se suspendió a los 52 minutos debido a “la conducta antirreglamentaria de ambos equipos” y prosiguió a las tres semanas. Por otro lado, la suspensión de Atlanta 1 – Barracas Central 1 decantó en triunfo “de escritorio” para los de Villa Crespo (sin que se conozcan los argumentos del fallo). Antes de que se cerrara el año, San Lorenzo goleó 4-1 a Lanús en condición de visitante y así consiguió su primer “título”. Todavía le restaba enfrentar a Gimnasia, en La Plata, partido que acabó ganando en el Tribunal (perdía 1-2 hasta su suspensión, a los 70 minutos, en función de incidentes gestados por hinchas y jugadores locales). Dada la falta de incentivos de las últimas jornadas (el campeonato estaba definido y no había descensos), Sportivo Almagro, Atlanta y Argentino del Sud no se presentaron y perdieron los puntos en sus visitas a Tigre, Sportivo Buenos Aires y Ferro, respectivamente. Nobleza obliga: el primer “campeonato” del Ciclón no dejó de ser un bochorno.

En 1924 -año del que por primera vez se encuentran registros acerca de cómo alineaban varios clubes- los competidores fueron 24, ya que a los 21 de la edición anterior se agregó el ascendido Liberal Argentino, al tiempo que la AAmF abrió sus puertas para Estudiantes de La Plata y Sportivo Palermo (disidentes de la AAF). La entidad dispuso que entre abril y noviembre se enfrenten entre sí a lo largo de una rueda. También dispuso, aunque luego no cumplió, que hubiera dos descensos. Con una ventaja de apenas dos unidades por encima de Gimnasia y Esgrima La Plata (y tres por encima de Independiente y Platense), San Lorenzo logró su segunda “conquista” consecutiva. Seis contiendas se suspendieron antes de término y jamás prosiguieron: Tigre 2 – Racing 1 (a los 84 minutos), Sportivo Buenos Aires 2 – San Lorenzo 2 (85’), Banfield 2 – Quilmes 2 (87’), Estudiantes de La Plata 0- Sportivo Buenos Aires 1 (55’), Independiente 7 – Estudiantes de Buenos Aires 0 (81’) y River 3 – Sportivo Buenos Aires 0 (82’). Platense-Barracas Central, en cambio, se completó un mes más tarde. Y el criterio volvió a variar en Independiente 1 – Argentino del Sud 1, suspendido a los 74, ya que la AAmF se lo dio por ganado al local. A Argentino del Sud, de hecho, no le fue nada bien en los escritorios. Además de lo acontecido frente al “Rojo”, su empate parcial en un gol contra Estudiantil Porteño no sólo trocó en victoria de la visita por decisión de los tribunales, sino que además le significó un descuento de dos puntos en la tabla de posiciones. Asimismo, en la jornada siguiente a ese juego debía recibir a Racing, pero el match se disputó en la cancha de éste. Y lo mismo le sucedió, algunas fechas después, frente a San Lorenzo. Por si todo eso fuera poco, no presentó equipo y perdió los puntos en Banfield. Pero, sin dudas, el mayor mamarracho del año fue la anulación de los descensos. Estudiantes de Buenos Aires ya estaba condenado, por situarse en la última colocación, mientras que el anteúltimo puesto lo compartieron el mentado Argentino del Sud, Ferro Carril Oeste y Quilmes. Para desempatar, la AAmF ideó un triangular de dos ruedas, a disputarse entre enero y febrero de 1925. Debe subrayarse, de antemano, que el reparto de localías no fue equitativo: Argentino del Sud usó su estadio dos veces; Quilmes lo hizo en una ocasión; Ferro, en ninguna, y hubo tres partidos en canchas neutrales. No obstante, lo peor del caso fue que una vez finalizado el triangular, la Asociación decidió simplemente anularlo. Así es, los descensos quedaron abolidos. Porque sí. Una gran noticia para Estudiantes de Buenos Aires y para Quilmes (que en la particular instancia de desempate sólo había sumado dos unidades a raíz de sus dos igualdades y sus dos caídas).

La pérdida de Estudiantes de La Plata y Sportivo Palermo fue parcialmente compensada con el ascenso de Sportsman (no es el nombre de un superhéroe, así se llamaba un team), lo que redujo a 22 el número de integrantes de la Primera División de la AAF en 1924. El fixture postulaba un “todos contra todos” de una rueda que, una vez más, quedaría inconcluso. Como en todo torneo interrumpido por decreto (?), la coronación fue para Boca, en este caso con mucha comodidad (de los 19 juegos que alcanzó a disputar, se impuso en 18 y empató el restante). Los descensos siguieron suprimidos. Y entre las irregularidades de siempre se observaron ni más ni menos que 18 cesiones de localías (Boca Alumni-Boca, Sportsman-Alvear, Argentinos-Boca, Villa Urquiza-Sportivo del Norte, Sportivo Dock Sud-Boca Alumni, Boca-Sportivo Dock Sud, Villa Urquiza-Alvear, Argentinos Juniors-Alvear, Sportivo Dock Sud-El Porvenir, Villa Urquiza-Nueva Chicago, Alvear-Progresista, Argentinos Juniors-Sportivo Dock Sud, Temperley Boca, Boca Alumni-Del Plata, Temperley-Huracán, Sportivo Dock Sud-Progresista, Alvear-Boca y All Boys-Huracán), además de cinco cambios de escenarios a canchas neutrales (Progresista-Huracán, Huracán-Argentino de Quilmes, Vila Urquiza-Huracán, Huracán-Sportivo del Norte y Huracán-Argentino de Banfield). Siguiendo con las anomalías, cuatro partidos no alcanzaron los 90 minutos y nunca continuaron (Sportivo Dock Sud 1 – Sportivo del Norte 1, que se extendió hasta los 80 minutos; Argentino de Banfield 2 – Nueva Chicago 0, hasta los 60; Del Plata 2 – Argentino de Banfield 3, hasta los 83; y Villa Urquiza 0 – Boca 7, hasta los 70), mientras que Nueva Chicago-Huracán fue suspendido a los 75 (igualaban 0-0) y los tribunales le adjudicaron el triunfo al local. Por otro lado, Argentinos Juniors le cedió los puntos a Barracas Central, y Platense (Retiro) hizo lo propio en su visita a El Porvenir. ¿Algo más? Sí, quedaron cinco encuentros sin jugarse: All Boys-Boca, Alvear-Huracán, Porteño-Huracán, Progresista-Boca y Sportsman-Huracán.

AUTOR: Carlos Balboa

Socio 12.236. Socio Refundador 2.045. Miembro de DBV. Periodista.

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