MEJOR SÍ HABLAR DE CIERTAS COSAS (PARTE II)

VUELTA A BOEDO

Por muchos años, la idea de Volver a Boedo era sólo de «algunos loquitos» que entendían que San Lorenzo tenía necesidad de retornar a Tierra Santa por cuestiones de identidad y de conveniencia institucional. Hoy, miles y miles de Cuervos enarbolan la bandera de la Vuelta con mucho orgullo y con conciencia de que es vital para el presente y el futuro del CASLA. El martes 12 de abril, todos los sanlorencistas estaremos en la Legislatura para hacer oír nuestro reclamo.

Ningún club de la Argentina fue tan perjudicado por la dictadura como San Lorenzo de Almagro. Quien quiera oír, que oiga. 

Para San Lorenzo el daño fue inmenso, difícil de mensurar. Perdimos casi el 100% del espacio físico en Boedo. Muchas actividades perdieron sus instalaciones sin tener reemplazo en la Ciudad Deportiva. Los socios se encontraron prácticamente sin un lugar propio para reunirse, teniendo en cuenta el estado de la Ciudad Deportiva en 1980.

Pasamos de ocupar un lugar central, abastecido por varios medios de transporte (incluso el subte), con actividad comercial, rico en cultura, seguro para transitar incluso de noche a otro lugar de la ciudad poco urbanizado, inundable, casi sin historia, con una oferta de transporte mucho más pobre, nula actividad comercial e inseguro incluso durante el día.

El club perdió miles de socios, y los que conservó de manera forzada debieron mantener una relación más lejana con la institución. Para el socio ir a San Lorenzo era cruzar la calle, encontrarse con sus vecinos practicando deportes y de un día para el otro pasó a ser subir a un colectivo, caminar por zonas descampadas e inseguras y rogar por conseguir transporte durante la noche.

El sanlorencista de repente percibió que el contacto personal con sus directivos era dificultoso. Las Asambleas y reuniones de Comisión Directiva se realizaban lejos, muchas veces de noche, dificultando el control de la gestión.

La imagen y el prestigio del club tuvieron un impacto durísimo. Para muestra basta un botón: nunca más San Lorenzo organizó recitales, ni convenciones políticas, ni eventos deportivos o culturales multitudinarios ajenos al fútbol local, salvo excepciones que se cuentan con los dedos de una mano. Para no hablar del notable daño a la imagen institucional ocasionado por deambular por estadios alquilados durante 14 años.

En De Boedo Vengo decimos que San Lorenzo fue «desboedizado«. No solamente se borró la presencia física del club en Boedo sino que, más nefasto aún, se borró a Boedo, a nuestra historia, nuestra identidad, de la mente de la inmensa mayoría de los sanlorencistas.

El dolor suele ser un aliado incondicional del olvido y en nuestro caso, juntos, lograron vencernos durante 20 años. Ganaron algunas batallas, pero no la guerra, porque a partir de 2001, pese al dolor que se mantiene, el olvido comenzó a ser derrotado.

Tibiamente al principio, pero con más fuerza cada día, los sanlorencistas comenzamos a luchar por lo que nos fue arrebatado. Al principio fuimos tratados como locos simplemente por decir que San Lorenzo debía volver a Avenida La Plata, que era una necesidad y un acto de justicia.

Hay historias que las sociedades se resisten a ver, aún teniéndolas frente a sus ojos. En este punto, es difícil no recordar a las Madres de Plaza de Mayo. A ellas también, al principio, las trataron de locas.

La lucha por la Vuelta tomó una energía imparable. Prueba de ello fue la Ley de Reparación Histórica de 2007, por la cual la Legislatura devolvió a San Lorenzo el terreno de 4500 m2 que en 1980 el club, bajo extorsión, cedió a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires supuestamente para construir una escuela.

La escuela nunca se construyó y, por buena voluntad de los socios de San Lorenzo, el terreno se acondicionó y utilizó como espacio recreativo durante más de 2 décadas.

Es clave comprender que la devolución del predio citado no fue una compensación por el enorme daño recibido. Simplemente, el GCBA devolvió a San Lorenzo un predio cedido (bajo extorsión durante un gobierno de facto) para un fin que nunca se concretó.

El legislador Francisco Talento, uno de los impulsores de la Ley de Reparación Histórica, reconoció en aquellos días de 2007 que la devolución del predio en Mármol y Salcedo compensaba muy parcialmente al club por los daños recibidos.

Lo dijimos en la Audiencia Pública en la Legislatura en 2007 y lo repetimos hoy: no pedimos una limosna, pedimos justicia para San Lorenzo.

Hemos enumerado en párrafos anteriores los daños sufridos por el club durante más de 30 años. La expresión monetaria de tales perjuicios es poco menos que incalculable. A duras penas los sanlorencistas logramos mantener a San Lorenzo como asociación civil sin fines de lucro (sin lo cual no estaríamos hablando de restitución alguna). No dudamos que otras instituciones, ante semejante daño, hubieran desaparecido.

Hoy los legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la posibilidad no solamente de reparar una enorme injusticia sino también de contribuir al desarrollo urbano de Boedo y aledaños.

La implementación del Proyecto La Gloriosa (o similar), tal vez complementado por otras inversiones públicas en las adyacencias, significará el desarrollo de un verdadero polo cultural y deportivo de gran escala en el Sur, del que hoy carece esa zona de la ciudad. Localizado en la puerta del área más postergada de la ciudad, contribuirá fuertemente a cambiar la imagen urbana del sur de Buenos Aires.

Por bastante menos de lo que cuesta la construcción de un kilómetro de subterráneos, los legisladores pueden dar su contribución esencial para que en un futuro cercano ese rincón de Boedo se transforme en un lugar único de la ciudad, como supo serlo en el pasado.

El 12 de abril estaremos en las calles haciendo oír nuestro reclamo de justicia, para que los legisladores lo escuchen y comprendan (los que aún no lo hayan hecho) que el reclamo de San Lorenzo es legítimo y que detrás de él hay un pueblo que nunca dejará de luchar por volver a Avenida La Plata.

AUTOR: De Boedo Vengo

Agrupación de socios de San Lorenzo fundada en Julio del año 2000 con la convicción de un San Lorenzo más grande, movilizado, en Boedo y como una Asociación Civil Sin Fines de Lucro.

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