BASTA DE DEMORAR LA VUELTA

El Secretario del Club, Sergio Costantino habló en @lacicloneta, y eligió la Vuelta a Boedo como caballito de batalla, una Cuestión de Estado que excede el Diciembre que los políticos partidarios tienen como objetivo. Hoy, #SanLorenzo informa novedades en cuanto al Fideicomiso. ¿Qué pasa con la Vuelta? ¿Por qué insisten en que necesitamos los 8.127 metros cuadrados que son de Carrefour? ¿Los necesitamos?

Antes de arrancar: sólo Matías Lammens y sus partícipes necesarios saben por qué, si los socios firmamos un aporte irrevocable allá por 2013 para la compra de la totalidad del terreno que poseía el hipermercado, terminamos con menos metros de los estipulados, con la obligación de construir 500 cocheras y el predio hipotecado. Desde DBV, en su momento, nos explayamos largo y tendido sobre el tema, por lo cual a nadie debe sorprender. Ahora bien, ¿realmente necesitamos el terreno de Carrefour? Y si así fuera, ¿por qué lo necesitamos?

En 2007, cuando entendimos que el Retorno ya estaba en boca de todos, presentamos el Proyecto La Gloriosa, el primer plan macro para la Vuelta a Boedo que contemplaba la Ampliación de la Sede, la construcción de un Microestadio, y el Estadio en tres etapas independientes sobre la totalidad del predio y de los terrenos que por entonces ya eran de #SanLorenzo. Posteriormente, otros grupos presentaron otros proyectos con sus propias ideas, y el actual gobierno lo hizo, ya con la división del terreno, en el primer proyecto de rezonificación de Leandro Santoro en 2018.

¿Qué paso después? Aquel proyecto de ley perdió estado parlamentario. Se presentó uno nuevo, el de Manuel Socías, que terminó convirtiéndose en la Ley de Rezonificación. En paralelo, el Club presentó el proyecto IDOM e instaló la idea de que en los terrenos de #SanLorenzo no entraba un estadio y que necesitamos, al menos, 5.600 de los 8.127 metros cuadrados que son de Carrefour para construir la cancha. Esto no es así: en los terrenos que son de #SanLorenzo entra un estadio como, por ejemplo, el que desde DBV presentamos en su momento.

Antes que nada: Creemos que es mejor tener la Ley que no tenerla. Dicho esto, la nueva normativa presenta criterios tan precisos y limitantes que condiciona el diseño del futuro estadio y su capacidad. ¿Por qué? Porque sobre Av. La Plata la altura máxima delimitada es de 38 metros mientras que hacia la calle José Mármol es de 29,8 metros (o sea que el frente del estadio tendría una altura y el contrafrente, otra); porque el área edificable sobre la ex Plaza Lorenzo Massa, propiedad de nuestra Institución, es sólo del 40% y el resto debe ser destinado a espacios verdes parquizados y áreas peatonales; eleva su costo de construcción ya que #SanLorenzo, según el proyecto IDOM, deberá “construir hacia abajo” para ganar capacidad; y condiciona su desarrollo a futuro.

Es por esto que la política instaló que “un estadio no entra en los terrenos de #SanLorenzo” cuando sería más preciso decir que un estadio entra pero no con el criterio que establecieron entre los dirigentes, los profesionales que los asesoran y la Legislatura. Por esto, el Secretario dice: “Hicimos un estadio para 51.000 personas. Se aprobó el Código Urbanístico y la Ley de Rezonificación. La idea es presentarnos para poder llevar todo a la altura de Av. La Plata”.

Por lo visto, el Club tomó nota de este yerro. ¿Tomará nota realmente de que la Vuelta es Cuestión de Estado y una gesta que excede Diciembre y las diferencias políticas? ¿Puede y sabe cómo hacerlo? Pinta difícil… Pese a la convocatoria pública para la participación de socios y agrupaciones (la valoramos y ponemos el PLG a disposición, como lo hicimos en 2007 para todas las listas con aspiraciones electorales y con la actual conducción en 2012 y, personalmente al por entonces Presidente Lammens, en 2015), a través de la entrevista en @lacicloneta, nos enteramos de que existe un proyecto (¿y el Concurso? ¿y la maqueta de IDOM?) y que en diciembre se estará desarrollando el frente del Estadio sobre Av. La Plata con los pilotes de una hipotética platea y el esqueleto de la zona comercial que costaría entre 7 y 8 millones de dólares. Creerles o no corre por cuenta de quien lee, pero no pareciera ser la mejor decisión comunicarlo a las apuradas, informalmente y sin mayores precisiones.

La Vuelta no admite más demoras, imprecisiones, errores ni improvisaciones. Durante los últimos años, este fue uno más de los temas en disputa por la politiquería, tratado particularmente oscura y rastreramente por el entonces Presidente Matías Lammens, rodeándose de sus claques, eligiendo a sus sparrings y excluyendo a quienes no nos vendemos. Así estamos: con un desmonte y una demolición dilatada y socios marginados del proyecto, los cuales nuevamente veremos pasar la gorra en el Fideicomiso que se viene (que requiere confianza y credibilidad para ser exitoso) mientras tememos que el predio termine convirtiéndose en un baldío.

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