Alguna vez se tenía que terminar. Tuvo que venir este pobre Godoy Cruz, que con muy poco supo ser la sensación del campeonato hace algunas fechas (pero que ahora sacó solo 5 de los últimos 15) para oficiar de partenaire. Y se terminó, San Lorenzo pudo por fin cortar su segunda seguidilla de cuatro derrotas consecutivas con la victoria de ayer. A continuación, desarrollaremos brevemente y por duplas a la columna vertebral del equipo.
Dupla técnica
Monarriz no será el tipo más brillante del mundo. No lo fue como jugador y no lo va a ser como entrenador, eso está claro. Ahora sí, hay algo que hace muy bien y es conocer sus limitaciones. A su favor, siempre que lo convocó la dirigencia para ocupar el cargo que hoy ocupa fue para apagar incendios colosales con no mucho más que un balde de arena. Entonces bien, lejos de querer reinventar la teoría del fútbol, el nuevo calvo entrenador planteó dos líneas de cuatro, un cinco que raspa, otro que juega, un media punta y un nueve. Como Dios manda. No se necesita mucho más para cumplir jugando al fútbol. Y San Lorenzo ayer cumplió. Siempre se jugó a lo que el local quiso. Más allá de la salvada de Flores y el rodillazo de Badaloni, Godoy Cruz fue un espectador más. Y eso fue gracias a algunos movimientos, principalmente de Ortigoza, que detallaremos más abajo. Con eso, ya hizo mucho más que lo que podíamos esperar del último pelado en su cargo.
Dupla de centrales
Ok, enfrente no tuvieron a los delanteros más importantes de la liga, pero el partido de ambos fue bueno. En contraste con los últimos encuentros, San Lorenzo no tuvo que ir a buscar el resultado y eso ayudó a achicar los metros de recorrida de ambos. Está claro que la velocidad no es el fuerte de Zapata, por lo que cada vez que el equipo se adelanta, es su peor versión la que conocemos. Ayer San Lorenzo consiguió la ventaja relativamente rápido, así que el trámite se le notó cómodo. Esa comodidad también se le notó a su compañero de zaga, el chico Flores, que tuvo una salvada espectacular en el segundo tiempo.
Algo que no debería ser necesario decir: los juveniles deben pisar la Primera en coyunturas de comodidad. Los primeros pasos marcan, queman. Si las autoridades mandan a apagar incendios a un bombero inexperto, lo más probable es que el chico termine quemado. San Lorenzo está prendiendo fuego a sus juveniles poniéndolos en momentos en los que los más experimentados no quieren jugar. Aun así, tanto Flores ayer, como Martegani, Rosané y los demás están honrando la camiseta con hidalguía. El tema es que a veces, una seguidilla de errores (provocados por responsabilidades propias a veces y de equipo otras tantas) puede marcar de por vida a un buen proyecto como es Flores.
Dupla en la mitad
El partido de Ortigoza ayer fue muy bueno. Más allá de las características de siempre, la distribución y el criterio, molestó mucho a Acevedo y Abrego, los responsables de la gestación (o iniciación) del juego de los mendocinos. En la primera mitad, hasta metió un relevo a espaldas de Herrera, primereándole la pelota a Ramírez, que entraba solo al gol. Eso sí, su buen rendimiento también se explica desde su compañero en el doble 5, es que lo de Gordillo fue completísimo. Quitó, se ofreció en salida, relevó y no recibió amarilla, un pecado recurrente en el colombiano.
Dupla de ataque
Si bien no brillaron, uno robó, generó y pasó y el otro la metió. No hubo mucho más, pero alcanzó. Uvita es, como ya he dicho en columnas anteriores, una de mis debilidades. Puro potrero. El desorden que necesita cualquier equipo ordenado. Parece faltarle un poco de serenidad en la definición (se trabaja) y unos centímetros para ser ideal en casi cualquier 442 de nuestro fútbol. Sobre el mendocino delantero que metió el gol ayer: gran definición. Contra un palo. Como se debe y a la altura del contrato que cobra. Ojalá veamos más de esos goles y menos gritos dirigidos a los hinchas. Respeto.
AUTOR: Matias Buscalia
Colaborador en DBV. Socio de San Lorenzo nro. 27.982. Periodista. Productor.
