EL CLÁSICO MÁS DESIGUAL

HISTORIA

Que sea un lugar común no lo hace menos cierto. El clásico barrial entre San Lorenzo y Huracán es, por consenso unánime, el más desparejo del fútbol argentino. Así lo determina la envergadura de uno y otro, la brecha de popularidad y el palmarés. Se trata, de hecho, de uno de los clásicos más desiguales de todo el mundo.

La supremacía cuerva es tan grande que incluso en un contexto como el actual, en el que los quemeros llegan en condiciones deportivas mucho más ventajosas, difícilmente pueda hablarse de un favoritismo claro para el partido del domingo. No hay que olvidarse, en ese sentido, que San Lorenzo “tiene de hijo” a Huracán hasta en el estadio Tomás Ducó.

La historia es, justamente, uno de los ítems donde más se verifica la falta de equivalencias. Ante el crecimiento de otras instituciones, Huracán comenzó a militar la consideración del amateurismo y las copas nacionales subalternas para disimular el vacío de sus vitrinas. Sin embargo, ni siquiera contabilizando los partidos disputados durante el período de proto-organización del fútbol argentino logra achicar el saldo positivo de CASLA en el historial. Todo lo contrario, esa tergiversación de las estadísticas sólo estira la diferencia (de 34 a 39).

CONTATE OTRO

El principal promotor del revisionismo en Huracán es el “historiador” Roberto Guidotti, una mención frecuente en estas columnas. Tanto a través de su firma como de sus múltiples encarnaciones en diferentes sitios web y redes sociales, Guidotti se empeña desde hace años en relativizar la paternidad azulgrana. Según su particular óptica, si se consideran los números desde 1976 hasta hoy, la distancia es escasa. Resulta ínfima, incluso, si se toman en cuenta los partidos amistosos (lo dice sin ruborizarse).

En la misma senda, y con la “objetividad” que los caracteriza, los “estadígrafos” de Revisionismo Fútbol (@rhdelfutbol) remarcan: “En el rubro de clásicos “no oficiales” (una estadística secundaria, pero que también hace a la historia), domina Huracán con 15 triunfos contra 9 de San Lorenzo y 9 empates”.

No menos hilarante es el razonamiento de Gonzalo Minici, otro “historiador” quemero, autor de libros que él mismo edita. “Las últimas cuatro décadas marcan lo reñido de cada encuentro, que se torna un campeonato aparte: a pesar de la abundante diferencia en el historial a favor de San Lorenzo, desde hace más de cuarenta años las alegrías y tristezas son repartidas en formas prácticamente iguales”, escribe Minci en este artículo, dejando de lado el “detalle” de que dentro del citado lapso Huracán acumuló más de una década (13 temporadas) en el fútbol del ascenso.

En otras palabras, los impulsores de “contar la historia completa”, vulnerando toda lógica estadística para homologar partidos entre aficionados y entre profesionales, en este caso realizan un recorte antojadizo de la historia para forzar una paridad que sólo invita a la sonrisa socarrona, al manto de piedad.

San Lorenzo y Huracán, en definitiva, no sólo configuran el clásico más desparejo por las razones que son vox populi, sino también por la superioridad argumental de cuervos sobre quemeros.

AUTOR: Carlos Balboa

Socio 12.236. Socio Refundador 2.045. Miembro de DBV. Periodista.

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