MUCHO MÁS QUE UNA COPA

FUTBOL

Llegó de casualidad. Nos dio la gloria. Y se fue cuando debíamos cuidarlo más que nunca.

Partiendo de esa breve línea, podemos utilizar “el caso Bauza” como un ejemplo paradigmático de cuán difícil es diseñar proyectos a largo plazo en San Lorenzo de Almagro, y de cómo los intereses personales de los dirigentes pueden obstruir los objetivos institucionales.

Bauza llega al Club tras la intempestiva salida de Pizzi. El DT que había presionado por un extenso y jugoso contrato abandonó a San Lorenzo en la previa del debut de la Copa Libertadores. El desplante de Pizzi (años más tarde injustamente recompensado con un regreso al Club) decantó en el arribo del Patón. No fue una decisión en el marco de impregnar una identidad futbolística a un proyecto macro. No fue por la valoración de la composición del plantel profesional. No fue por un criterio orientado a la explotación del fútbol juvenil. No fue pensando en nada más complejo que el apuro del momento. Bauza llega a San Lorenzo porque había ganado la Copa, estaba disponible y con ganas de dirigir en Argentina. Punto. Y a veces, las improvisaciones salen bien.

Bauza fue mucho más que el DT campeón de América. El Patón no sólo agarró un plantel timorato que dio la vuelta en Liniers empatando los últimos tres partidos de la era Pizzi, con el histórico aporte de San Torrico. El Patón impuso una línea de conducta, una manera de trabajar. Bauza le dio a San Lorenzo (a todo San Lorenzo) un salto de calidad gracias a su profesionalismo y dedicación. Bauza transmitía la tranquilidad de la jerarquía. Con Bauza no había peros ni mezquindades. Bauza contagió alegría y fe. Convenció a todos. Fue un líder nato, quizás como ningún otro que hayamos visto con el buzo de DT en San Lorenzo.

Y tras besar el cielo, llegó la traición. Y otra nueva página de miserias sanlorencistas.

La figura de Bauza imponía la necesidad de construir a su alrededor un proyecto futbolístico con el objetivo de conseguir la década de gloria que el Club nunca se ocupó de buscar. Bauza se había ganado el derecho de que le cuidaran el plantel, le trajeran refuerzos dignos, le dieran libertad para sugerir un plan de inferiores que se adecuara a las necesidades de su proyecto. Bauza debía ser el capitán de una reconstrucción que le diera al Club un perfil definido desde el cual construir una identidad futbolística. Pero nada de eso ocurrió. Le desarmaron el plantel (incluso antes de la final de la Copa), no le trajeron refuerzos y lo operaron desde adentro forzando su salida. Y todo se dio en el marco del proyecto de Marcelo Tinelli y Matías Lammens quienes tenían como único objetivo quedarse con los negocios de la AFA. Tanto Lammens como Tinelli entregaron en Viamonte el torneo que Bauza peleó hasta las últimas fechas con Boca. Y fue el propio Bauza quien, viendo lo que sucedía, se animó a decir en La Plata tras un partido con Rasin por Copa Argentina que “es muy difícil en un año electoral”. Ese día, y con esa frase, se sentenció la salida del Patón.

El resto son todos detalles de mezquindades. Bauza declarando que quería un proyecto de dos años y la dirigencia posponiendo indefinidamente la oferta de renovación. Los medios partidarios afines a Lammens y Tinelli dando a entender que Bauza se quería ir para “no hacer la limpieza del plantel” (mentira que quedaría expuesta cuando el siguiente DT no sólo no limpió a los referentes, sino que fue limpiado por el vestuario). Lo cierto es que regresando de Bahía Blanca, a días de finalizar su contrato sin que San Lorenzo le ofreciera extender su mandato, el Patón anunció que se iba. Como un señor. En silencio. Agradeciendo por todo, sin ninguna operación mediática que expusiera la mala leche de la dirigencia, sin golpes bajos. Entendió el mensaje, actuó en consecuencia. Y se fue. Y con él se fue también la última esperanza real que tuvo San Lorenzo de construir un proyecto futbolístico digno a largo plazo.

Años más tarde, consultado Lammens sobre quién le gustaba como posible técnico de la Selección Nacional, el traidor que utilizó al Club como trampolín para acceder a un Ministerio mencionó a Bielsa. En ese momento Bauza era un candidato firme, pero el desagradecido no le extendió ni ese mínimo reconocimiento. Ya una vez en el cargo de DT de la Selección, Bauza fue al Bidegain a presenciar un amistoso y la dirigencia del Club no le dio ni una plaqueta. Bauza sonrió desde el palco para la foto. Siempre amable. Siembre un señor. Siempre con códigos.

Gracias por todo Patón Querido. Siempre estarás en el corazón de los hinchas del Ciclón.

AUTOR: De Boedo Vengo

Agrupación de socios de San Lorenzo fundada en Julio del año 2000 con la convicción de un San Lorenzo más grande, movilizado, en Boedo y como una Asociación Civil Sin Fines de Lucro.

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