«NO HAY PREGUNTA QUE EL MUSEO NO PUEDA RESPONDER»

Conversamos con Carlos Carullo, uno de los fundadores del Museo «Jacobo Urso» ubicado en la platea Norte del Nuevo Gasómetro. Una historia de amor y reconstrucción.

Carlos Carullo y Alberto Barja son los fundadores y responsables del museo de San Lorenzo. Un espacio poco transitado por su ubicación, pero sumamente cargado de historia e identidad azulgrana. Recientemente sufrieron un robo que resulta difícil de superar y que, en palabras de Carlos, «es un tema difícil que le hace mal». «Hicimos todo lo que pudimos hacer», lamenta.

Las copas sustraídas fueron la Copa de Honor 1936, la Copa del Segundo Puesto de 1936 y la Copa Campeón de 1946. No solo tienen un gran valor económico, sino un gran valor deportivo. «Son irrecuperables y que hieren profundamente la historia de nuestro club», comunicaron en ese entonces.

Más acá y más allá, hay un proyecto sesgado de amor por los colores, de desinterés y abnegación por reconstruir cada minuto de historia de un club de fútbol. Y, afortunadamente, es el nuestro.

Es la historia de un amor

¿Cómo comenzó el proyecto?

Comenzó cuando fuimos a Ciudad Deportiva en 2001, ya con la inquietud de empezar a hacer el museo. Un señor que se llamaba Francisco y trabajaba en la Intendencia me dijo: «señor, allá en ese galpón hay un busto tirado que me parece que es de un jugador de fútbol de antes. Es un busto de yeso todo negro». Lo fuimos a ver y era una obra de arte. Decidí traerlo a casa, mi hija hace arte y lo pintó. Le pintó la piel, los ojos y parece que está vivo. Y así nació la inquietud de hacer un museo. Comenzamos con Savino y después continuamos con Datria que nos ayudó muchísimo con el museo. 

Así comenzamos a recuperar copas que estaban tiradas en CD, recolectamos elementos, incluso donaciones que empezamos a recibir cuando pusimos nuestra inquietud en una cuenta que llegó a mucha gente. Finalmente lo pudimos inaugurar el 21 de diciembre de 2003. Fueron dos años de duro trabajo, pero con mucha pasión, siempre poniendo todo de nosotros.

¿Cómo fue la recuperación de las piezas?

Empezamos a buscar todas las copas que estaban desperdigadas por la CD, negras y llenas de óxido. Íbamos todos los sábados y empezamos a reconstituir. Y así fuimos avanzando de a poquito. Es tan completa la información que tenemos que no hay ninguna pregunta de la historia de San Lorenzo que no se pueda responder en el museo. Y es más, somos tan poco egoístas que está a disposición de todo el mundo porque en la página del museo te podes empachar de historia.

Todos los jugadores, los chiches. Lo que preguntes. 

¿Cómo funciona el museo en la actualidad?

Ahora en este tiempo de pandemia está cerrado. Lo que se hizo este último tiempo fue llevar un grupo de Copas a Avenida la Plata para exhibirlas en una vitrina. La idea es ir renovándolas cada dos meses. Se tomó nota sobre las copas que se llevaron y en ese proyecto intervinieron dirigentes del club y la gente de Marcelo Culotta.

Lo ideal sería que todo el museo esté en Avenida La Plata porque ahora es un museo solo para el que va a la Platea Norte, el que va a la popular no lo puede ver. Y durante los días de semana no se puede abrir porque es peligrosa la zona y la gente no se acerca, no viene. Distinto sería si estuviera en Av. La Plata. La gente de la Comisión dijo que todo lo que se está proyectado en Av. La Plata incluye el museo. Imagino que dependerá de la situación económica.

Un par de meniscos y la bandera que cubrió a Jacobo Urso 

¿Qué particularidad tiene el museo de San Lorenzo?

Te voy a graficar algo que es contundente. Yo soy muy amigo de los encargados del Museo de River. Hace unos cinco años atrás me dijeron que querían conocer el museo de San Lorenzo. Les respondí «Mirá que no es como el museo de Boca o de River, eh. Es mucho más sencillo». Y vinieron un jueves. Se iban a ir a las doce del mediodía y se fueron a las seis de la tarde. Empezaron a mirar todas las copas, los distintos trofeos, las camisetas. Un montón de cosas. En un momento Patricio le dice al amigo que vaya para que vea algo. Había encontrado un trofeo que tenía relación con River y que ellos no tenían nada de ese trofeo. No tenían nada y no podían creer que nosotros sí lo tuviéramos.

Cuando se están por ir Patricio dice «Carlos, te voy a decir algo y creéme que te lo digo de corazón: para hacer el museo de Boca o el de River se gastaron 2 millones de dólares y ustedes no gastaron un mango. Sin embargo, ni el museo de Boca ni el museo de River tiene la cantidad y calidad de piezas históricas que tiene este». El de ellos tiene lujo, el piripipi, manteca al techo. Pero la cantidad de elementos históricos que tiene el de San Lorenzo no lo encontrás en ningún lado. Imaginate qué alegría que nos diga eso antes de irse, es un orgullo.

¿Cómo llegó un par de meniscos al museo?

Uno de nuestros habituales visitantes es el Sapito Villar. Mientras armaba una vitrina con cosas suya y ponía una foto, me dice «Carlos el próximo partido que seamos locales le voy a traer algo que no tiene ningún museo del mundo». Y cuando vino trajo en un frasquito de formol los meniscos de su rodilla derecha. Y la verdad decime: ¿Qué museo del mundo tiene una parte física del jugador? Es una cosa maravillosa.

¿Cuál es tu reliquia favorita?

Es tan difícil porque hay tantas cosas. Está la bandera que cubrió el féretro de Jacobo Urso. Incluso tenemos una foto de la época con un periodista sentado al borde la cama de él y con una carpeta en la mano. El 4 de agosto fue la entrevista y el 6 murió. Y realmente quedó como un mártir, alguien que dio la vida por el club. 

Sus familiares Carlos y Roxana nos tienen un gran afecto y nos dieron el carnet de jugador de él, de Antonio su hermano, y la bandera que cubrió el féretro. Es una bandera símbolo que el 6 de agosto del año que viene va a cumplir 100 años. También hay un busto suyo y las cenizas de Jacobo Urso están en el mausoleo en el club.

Entre las cosas que encontramos,  y algo que consideramos muy importante, es que el cura Lorenzo Massa tuvo 12 hermanas y hermanos. Nadie sabía nada porque, al igual que él, le dedicaron la vida a Dios: eran monjas. Y esto lo supimos porque un historiador de River me consiguió el carnet de bautismo de Lorenzo Massa y de sus 12 hermanos, lo que llamo «Lorenzo Massa y sus 12 apóstoles».

¿Qué significa San Lorenzo?

Yo me crié en el barrio de Pompeya donde la mayoría era hincha de San Lorenzo o hincha de Huracán. Iba todos los días al club, mis padres no tenían un mango y yo no podía ser socio cuando tenía 13, 14 años. Iba y le pedía «señor me deja entrar», todos los días. Iba y veía todos los deportes al mismo tiempo. Decía que me cansé de ver básquet e iba a ver esgrima. Me cansaba e iba a ver qué pasaba en la pileta de natación. Eso era lo que tenía y me enamoró de San Lorenzo. El hecho de poder reconstruir su historia y limpiar cosas que a lo mejor se dicen mal. No hay que decir nada para destacar, hay que sentarse a decir la verdad. Es una pasión tremenda.

Lo que se viene

¿Les interesa tener nuevos colaboradores?

Nuestro deseo es que podamos tener un lugar en Av. La Plata.  Y que nosotros que ya somos muchachos grandes podamos ir preparando para que en el futuro continúen con este trabajo.

Nuestra idea es que se vaya acercando gente que nosotros podamos preparar y que vayan aprendiendo, colaborando. No quiero ponerle fecha, pero en este mundo estamos todos de paso. A lo mejor si alguien en 1920 hubiera juntado cosas, capaz hoy tendríamos algo más. Nosotros estamos dispuestos a que se acerque gente que realmente quiera colaborar y sienta amor. Y que ponga su prestigio o necesidad de prestigio en el segundo plano. Hay gente que no sabe quiénes somos Barja y yo. Nosotros nunca nos pusimos en un primer plano. Siempre trabajamos sin cobrar nada, con desinterés, y el reconocimiento lo sentimos en todas las épocas.

Para conocer el museo, es posible hacerlo a través de la página web www.museodesanlorenzo.com.ar  o hacer una recorrida virtual en DeBoedoVengo.