SIN PROYECTO Y DESESPERADOS

FUTBOL PROFESIONAL

El pasado miércoles la FIFA confirmó oficialmente la inhibición para incorporar jugadores por los próximos tres mercados de pases que pesa sobre San Lorenzo debido a la deuda de 2,5 millones de dólares que el Club mantiene con Palestino de Chile por la compra impaga de Paulo Diaz en 2016. Si se abona el monto adeudado, más sus respectivos intereses, antes de diciembre, se podría levantar la sanción. 

Conocida la noticia, todo lo que decantó después fue una típica obra del manual savinista.

El día jueves se motorizó la estigmatización de los Romero. Que no quisieron ir al banco de suplentes contra Central Córdoba. Que pidieron ser vendidos horas antes del choque con Talleres de Córdoba. Que Montero está enojado. Que en el plantel los miran de reojo. Que su rendimiento no justifica sus salarios. Que no están cómodos en el Club. Básicamente, una operación haciendo énfasis en todas las supuestas miserias de los paraguayos, algo que se viene repitiendo hace un año y medio, cuando por primera vez la dirigencia decidió que había que limpiarlos para sacarse de encima sus altos contratos.

El viernes Mauro Cetto y Horacio Arreceygor utilizaron los medios nacionales para afirmar que, ante la primera oferta que aparezca por ellos, se van a ir. De esa manera el Manager al que le quedó grande Rosario Central y el sindicalista que bajaron como número 1 de la lista del oficialismo cuando vieron que los guarismos pintaban feo, se ocuparon de “poner la latita” arriba de la cabeza de los Romero, a la espera de que desde algún Club recoja el guante y acerque una oferta que, a la fecha, no existe.

El sábado “se filtró” la noticia de que los Romero no concentrarían para el choque con Argentinos. El malestar de esta decisión ya no cayó bien ni en algunos dirigentes que, aunque están de acuerdo con la decisión de que se vayan, entienden que mientras sean jugadores del Club, no pueden ser marginados del plantel. 

El domingo se dio a conocer el 11 titular con los hermanos Romero en el banco de suplentes. En la previa del partido, tanto en los medios partidarios como en los nacionales, se ocuparon de repetir hasta el cansancio lo planteado en los días previos. Lo que terminó ocurriendo en el partido es circunstancial y no hace a la esencia de este análisis.

Reeditando las palabras de mi amigo Claudio de su editorial Incomunicasla la conclusión es que es fácil operar a San Lorenzo cuando nosotros mismos nos mostramos vulnerables. En esta lógica debemos volver a trazar las asimetrías existentes entre el San Lorenzo ideal y el San Lorenzo real, de las que hablamos hace unos días. En un San Lorenzo ideal, la contratación de los Romero debiera obedecer a un proyecto futbolístico integral, donde se asume que la llegada de dos jugadores de jerarquía con sueldos acordes a sus trayectorias obliga a consolidar una estructura fuerte que los aproveche, contratando DTs que sepan explotar sus potenciales, armando equipos alrededor de ellos, usufructuando su imagen en pos de estrategias de marketing, intentando que estén a gusto y cómodos en la Institución para sacarles el mayor provecho. Y, en el caso de querer venderlos, fortalecer un escenario que invite a las mejores ofertas posibles, para que sus transferencias sirvan para cubrir lo invertido y generar un plus que -pensando en un Club con políticas institucionales integrales- destine parte del ingreso a la Vuelta a Boedo.

En el San Lorenzo real se le firmó a los Romero contratos muy onerosos para la delicada situación económica y financiera del Club, sabiendo de antemano que no los iban a poder pagar, algo que pareciera ser un modus operandi de los dirigentes, quienes ven en nuestra morosidad una virtud. Se los operó mediática e institucionalmente para desgastarlos. Se los rodeó de malos jugadores, con planteles de escasa jerarquía. Se les trajo DTs sin pergaminos para dirigir a un grande como San Lorenzo, algunos incluso con la sola misión de limpiarlos. Se les hizo “perder el puesto” en entrenamientos. Se los reemplazó con Melano y Jalil Elias. Un Manager y un Presidente del Club, de manera pública y abierta, comunican que se los quieren sacar de encima, porque de algún lado tiene que salir la plata para Palestino.

El debate sobre el rendimiento de los Romero en el Club siempre será una cuestión subjetiva. Habrá quienes creemos que han sido tipos con un nivel que los haría titulares y figuras indiscutidas en cualquier equipo de la Argentina. Y habrá otros que plantearán su opinión disímil, argumentada a su manera. Sobre lo que no podemos tener dudas es que así no se administra jerarquía. Así no cuida una inversión. Así no se intenta negociar la venta de jugadores con el objetivo de recibir la mejor oferta posible. 

Lamentablemente, el vaciamiento económico de San Lorenzo nos muestra débiles. Vulnerables. Obligados a vender jugadores como sea, a donde sea, y por el dinero que sea. Porque eso somos hoy: un Club sin proyecto y desesperado por guita. 

AUTOR: Manuel P. Astesiano Agote

Socio de San Lorenzo Nro. 9.588 Integrante de DBV Abogado

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