FUERA DE SEKTOR

CULTURA

Buscar una excusa para escribir unas líneas sobre Enrique Chalar, vinculando su figura con nuestro sentimiento fatal por San Lorenzo, parece todo un contrasentido. “Pil Trafa” ni siquiera era un futbolero de ley. Ya había sentenciado en su juventud aquello de fútbol, asado y vino, así es el pueblo argentino, sonando más a sarcasmo que a reivindicación.

En una de sus últimas entrevistas llegó incluso a reconocer su desencanto por un deporte que prácticamente había dejado de consumir como espectador. Un deporte que había entrado, muy a su pesar, en la era del corregidor.

Parece un contrasentido, decía, pero así y todo vamos a intentarlo, aunque luzca fuera de contexto. Al fin y al cabo, hoy todo está fuera de sektor.

Es cierto que la carrera de Pil permanecía vigente al momento de su muerte. No hace falta más que escuchar Tinello, el tema que en 2020 le dedicó a nuestro presidente en licencia. Tan cierto como que resulta ineludible pensar en Los Violadores y Pilsen al evocarlo. Esas referencias obligadas en nuestra formación musical nos conectan, a su vez, con una época que actualmente parece sepultada. ¿Y ahora qué pasa, eh? Pasa que éste es el meollo del asunto. La excusa que necesitábamos desde un principio.

Me refiero a una época en la que, desde una tribuna o en un recital, todavía podíamos plantear con legítima inocencia: quieren guerra, yo se las daré. Años de sentirnos representados tanto en el verde césped como en las gradas, pensando: nada ni nadie nos puede doblegar. Noches de sábado en Cemento, tardes de domingo en el tablón. Una época en la que todavía soñábamos volar con lo establecido. Y en cierta medida lo hacíamos.

Emerge entonces, lapidaria, la nostalgia. Porque aquel tiempo no admite una comparación sana con el presente. (Por eso necesito que vuelva a suceder). Los días del supermercado francés, donde el vacío se llenaba con la reconstrucción del arraigo, versus los del mercado indio de pases que nos están llevando al vaciamiento y donde todo es muy raro (pero, a su vez, todo está claro).

Tiempos que nos obligan a pensar si acaso mejor sería estar más allá del bien, más allá del mal. Y a cuestionarnos si todo lo que hemos logrado fue por un precio muy caro.

Pero sorteemos el riesgo de volvernos viejos patéticos y no nos dejemos paralizar por el lamento. San Lorenzo supo hacer carne eso de morirás mil veces y siempre nacerás. Haremos nuestra parte para colaborar con ello. Sin ataduras. Y a sabiendas de que vamos a tener que mostrarles los dientes.

Celebremos, por lo pronto, un último brindis a la memoria de Pil, con la terca convicción de honrar su legado. Va por mí, va por vos.

Nos quieren transformar, no lo lograrán.

Por Carlos Balboa
PARA DEBOEDOVENGO

AUTOR: De Boedo Vengo

Agrupación de socios de San Lorenzo fundada en Julio del año 2000 con la convicción de un San Lorenzo más grande, movilizado, en Boedo y como una Asociación Civil Sin Fines de Lucro.

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