“BOEDO ES AZUL Y ROJO”

CULTURA

Boedo es un barrio pequeño y de los más nuevos de la Capital Federal, pero aun así tiene una impronta cultural muy propia, que lo identifica. Una de las cosas que representan al barrio podría decirse que son sus colores, que están inevitablemente ligados a San Lorenzo. Y cuando hablamos de colores no solo hablamos de banderas colgadas en balcones, de murgas azulgranas que reavivan la energía de las calles, sino también de una gran cantidad de murales que respalda y da vida a cada espacio del barrio.

Para charlar sobre esto nos encontramos con Nahuel Martín, un pibe del barrio, “un vecino”, tal como se define, también hincha de San Lorenzo y quien impulsó Boedo Pinta. Esta iniciativa surgió casi de casualidad, allá por 2010, y logró reunir en diferentes oportunidades al barrio, la gente y la azulgrana. “Hay mucha gente, vecinos, pibes y pibas que vienen y pintan, y no son de San Lorenzo, son del barrio y entienden que el color de Boedo es azul y rojo”. Aquellos murales que se pueden ver son precisamente hechos a pulmón y por amor a las calles de Boedo, las que recorren los pibes todos los días: “Nunca le pedimos nada a nadie. Capaz pasa un vecino y nos acerca una lata de pintura y así se va dando”.

Aunque no todos los vecinos siempre están indefectiblemente de acuerdo: “Hay mucha gente a la que no le gusta, que no es de San Lorenzo, que vive en el barrio y no le gusta que pinten el escudo”, explica Nahuel.

Boedo Pinta nació casi por accidente pero con una premisa de por medio: darle representación al barrio. “Una de las ideas era marcar la zona porque nosotros somos vecinos. Somos todos pibes de acá, del barrio. Y lo que queremos es marcar territorio. Nosotros somos gente de Boedo”, comentaba Nahuel, antes de resaltar el lanzamiento de un Taller Cultural y Artístico, con actividades gratuitas y abierto a la comunidad. La idea es tener presente cuán necesario resulta seguir construyendo la identidad de la que se habla: “Siempre traté de meterle a los pibes la cultura del barrio”.

Una de las partes fundamentales de esta identidad cultural en Boedo tiene relación con San Lorenzo y, a su vez, con la Vuelta. No casualmente Boedo Pinta también logró dejar su marca registrada en una de las icónicas esquinas del predio en Av. La Plata. Nahuel comentaba acerca de este mural que predica -Esto es San Lorenzo- que “la dueña de esa esquina es amiga nuestra, nos comentó de una pared en blanco que siempre estaba garabateada y fuimos. Lo que tiene de importante esa pared, en Las Casas y Muñíz, es que ahí estaba la entrada visitante del Viejo Gasómetro”.

Siguiendo en la línea de la Vuelta a Boedo y su lugar como vecino del barrio, Nahuel afirmó que para él “la gente que dice que no al estadio es gente que se mudó hace poco o que piensa que no hubo una cancha. Yo no vi la cancha, pero me contaron que Av. La Plata estaba llena de bares y el barrio era otra cosa”.

Una de las cosas que destaca Nahuel sobre los murales en el barrio es la sensación que genera entre quienes se acercan a Boedo: “Se siente segura la gente al entrar en Boedo, identificada, le dimos color”. En función de esta identificación, concluye que, para él, la Vuelta es un hecho: “Yo ya veo la cancha ahí”.

AUTOR: Cielo Manzi

Colaboradora en DBV. Socia de San Lorenzo nro. 127.825. Periodista.

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