En la columna anterior “Nos sobran las pelotas” adelanté que habría una secuela, ya que en aquel partido, además de todo lo acontecido con los balones, se entonó por primera vez de forma masiva y sostenida en el tiempo una canción emblemática de La Gloriosa que merece un capítulo aparte.
Según algunas crónicas, la canción de “La Gitana” tuvo su estreno tribunero en un cotejo contra Ferro, en la cancha de Vélez, allá por octubre de 1990. Sin embargo, fue en el famoso partido de las pelotas cuando la cantó toda la tribuna, repitiéndola una infinidad de veces, contagiando a las plateas y dejando mudos -como siempre- a los de enfrente.
Basada en un tema de la banda popular Katunga que lejos estaba de ser un éxito del momento (su lanzamiento había sido en el año 1975), el ingenio único de la hinchada de San Lorenzo logró adaptar la letra y volver a poner de moda una canción que ya tenía 15 años de vida. A tal punto que algunos grupos de cumbia de la época reversionaron el tema, que volvió a ser un hit.
Eran los últimos tiempos previos a la prohibición del ingreso de bombos. Esa peculiaridad hizo que la canción se cantara con un ritmo un poco más lento, generando una especie de coro. Se repetían, en el mismo, algunas palabras que en la descripción de la letra colocaré entre paréntesis y que sonaban con un eco increíble.
“Me lo dijo una gitana, me lo dijo con fervor…
O largás la marihuana o te vas para el cajón…
Me lo dijo una gitana, yo no le quise creer…
Yo le sigo dando al vino, a los fasos y al papel…
Una gitana hermosa tiró las cartas (cartas)…
Dijo que San Lorenzo va a ser campeón…
Ya lo corrimo’ al glob* y no pasó nada (nada)…
Vamo’ a correr a Boca que es un cagón!!!
Luego, con la nefasta prohibición de los bombos, se comenzó a cantar un poco más rápidamente y desapareció aquel eco tan lindo, que no volvió ni siquiera cuando aquella veda terminó.
El contexto institucional y deportivo de San Lorenzo no era el mejor por entonces. Los pibes de mi generación nunca lo habíamos visto campeón y la fe era prácticamente el único argumento que encontrábamos para ir a la cancha. No contábamos con estadio propio y estaba absolutamente fresco el recuerdo del descenso.
Pero teníamos fe. Fe en ese voluntarioso equipo. Fe en esos escalones que se erigían allá en Perito Moreno. Fe en la predicción de una gitana hermosa…
La gitana lo veía en sus cartas, pero el campeonato demoró cinco años en volverse realidad. En ese período en el que sumamos frustraciones, el ingenio inagotable de la más pimpante no se hizo esperar. Así fue que se transformó la última estrofa para convertirla en un clásico que se cantaba en la última fecha de cada torneo entre 1990 y 1994.
“Una gitana hermosa tiró las cartas…
Dijo que San Lorenzo va a ser campeón…
Pero no dijo el año la hija de puta…
Y la re puta madre que la parió!!!
De ese modo, el orgullo y el amor propio tan característico del hincha de San Lorenzo se combinó en una canción la decepción de no salir campeón con la alegría de ser cuervo, con la ilusión de dar la vuelta y del Nuevo Gasómetro que ya casi estaba.
Afortunadamente en 1994 esta versión se cantó por última vez y las nuevas generaciones ya no tendrán que adaptar letras en este sentido. En adelante, el ingenio estará focalizado en alentar para conseguir la segunda “Histérica” y el sueño máximo que todos tenemos: sacar del medio en Avenida La Plata.
No tengo dudas de que aquella gitana hermosa, si tirase las cartas hoy, nos diría con fervor que muy pronto esa utopía será una realidad concreta, porque para esta hinchada no existen imposibles.
AUTOR: Hernan De Luca
Colaborador en DBV. Socio de San Lorenzo nro. 19.105. Chef profesional.