Primero el llanto. Que no rompieron burbuja en Brasil. Que no debían hacer cuarentena. Que por lo menos les pusieras un corredor sanitario. Que había que suspender los partidos. Luego que había que posponerlos. Que quizás entonces no se iban a presentar. Que el Reglamento los amparaba. Luego que si bien el Reglamento no los amparaba el fútbol argentino debía tener un “gesto con Boca”. Que todos contra Boca. Que Boca contra todos.
Luego la mentira. Que nos jugábamos el historial. Que podían empatarlo. Los más osados aseguraban que si ganaban nos pasaban por uno. Que entonces los pibes de Boca tenían la oportunidad de escribir una página de gloria y épica jamás vista en la historia de este clásico.
Los últimos 7 días fuimos testigos de una operación mediática pocas veces vistas en la previa a un clásico con los hijos de la Ribera. Con la bajada de línea del llanto de Riquelme y los mitómanos compulsivos de los revisionistas, todos los sicarios con microfonito que trabajan para Boca intentaron instalar un relato místico en el cual el Club más corrupto de la Argentina estaba siendo perjudicado por intereses oscuros. Y que en ese fantasioso escenario de injusticias incluso podían llevarse puestos los números que determinan que Boca fue, es y será, siempre, hijo del Ciclón.
Pero la historia mata relato.
Esa historia que dice que no hay otro Club en el mundo que se sienta tan a gusto entrando al Inodoro. Que somos el que más ganó, el que menos perdió. Esa historia que dice que desde el primer minuto del primer clásico del profesionalismo los tenemos de hijos. Esa historia que les duele, que les molesta, y que los hace bucear en páginas repletas de moho documentos que tergiversen los números para modificar en papeles lo que no pueden revalidar en cancha.
San Lorenzo ganó. Con justicia. Siendo respetuoso del rival. Siendo respetuoso de la historia. Se lo dedicamos a todos. Especialmente a los periodistas y a los revisionistas.
Manuel Patricio Astesiano Agote
Para DEBOEDOVENGO
AUTOR: De Boedo Vengo
Agrupación de socios de San Lorenzo fundada en Julio del año 2000 con la convicción de un San Lorenzo más grande, movilizado, en Boedo y como una Asociación Civil Sin Fines de Lucro.