ABONADOS EN TRIBUNALES

INSTITUCIONAL

En mi columna anterior conté que soy abogada. Por eso, durante un tiempo trabajé ligada a los juicios del club y me quedó la costumbre de seguirlos “por sistema” y renovar esa curiosidad cada vez que resuena alguno. Quiero aclarar que los procesos judiciales son de consulta pública (pueden buscarlos acá) y fáciles de encontrar indicando la parte sobre la cual se busca, en este caso “Club Atlético San Lorenzo de Almagro”.

En las redes, nos interesamos fugazmente por este tema cuando surge la noticia de que algún ex jugador le hizo juicio al club por un contrato o acuerdo impago. Eso, en general, nos permite exacerbar nuestro lado termo, insultarlos y pedir que nunca vuelvan. Pero, si nos detenemos a ver los listados, lo cierto es que San Lorenzo baila en todos los fueros judiciales.

Desde que Matías Lammens asumió la presidencia del club, a San Lorenzo le iniciaron: 29 juicios civiles, 15 comerciales, 20 en el fuero de la Seguridad Social, 57 en el Contencioso Administrativo Federal, 4 en Penal Económico, 1 en Civil y Comercial Federal y 61 juicios laborales.

Como expliqué en mi cuenta de Twitter, considero necesario comunicar a conciencia sobre este tema. Que al club le inicien un juicio no significa que vaya a perderlo. Sin embargo, no podemos soslayar que los números son impactantes, especialmente si nos detenemos en el último rubro.

San Lorenzo, entre muchas otras cosas, es un gran creador de puestos de trabajo. No tengo dudas de que este será un punto importante a considerar por los/as vecinos/as una vez que desembarquemos completamente con el estadio en Av. La Plata. Es una tarea que debe encararse con seriedad y dentro del marco de la ley, siempre. En los últimos dos años San Lorenzo recibió más de 20 demandas laborales, entre las cuales encontramos indemnizaciones impagas y registración deficiente de sus empleados/as.

¿A dónde quiero llegar con todo esto? A pesar de ser un tema que nos resulta ajeno y pasajero, la gestión judicial de San Lorenzo debe ser transparente y eficiente. Cada juicio donde el club es demandado implica mucha plata (multas, tasas, intereses y honorarios profesionales), que –como quedó claro– no nos sobra. Si los dirigentes contratan empleados/as, piden préstamos y firman acuerdos es su deber enmarcarlos correctamente en la ley y, sobre todo, cumplirlos, porque de lo contrario comprometen nuestro patrimonio. Si actúan de manera irresponsable, empezaremos a utilizar las herramientas que nos brinda el estatuto para que respondan económicamente y dejen de vaciar las cuentas del club.

AUTOR: Laura Fiasche

Colaboradora en DBV. Socia de San Lorenzo nro. 9.569. Abogada.

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