No es un dato menor que la aprobación del Balance 2019/2020 haya recibido más objeciones que las previstas en la Asamblea de Representantes de Socios de San Lorenzo por un Oficialismo que ya no tiene los márgenes de impunidad con los que asumió sus funciones.
Arranquemos por lo más obvio: no hay nada que celebrar. La Asamblea de San Lorenzo-que presidió Gustavo Martínez y que tuvo como primer orador al presidente Horacio Arreceygor- acaba de aprobar el ruinoso Balance 2019-2020. Si leíste nuestro análisis de los Estados Contables, sabés perfectamente lo que esto significa.
También es cierto, de todas maneras, que dada la composición de la Asamblea de San Lorenzo (con 75 representantes del Oficialismo sobre un total de 90) la posibilidad de que el Balance resultara desaprobado era absolutamente nula.
La luz de esperanza, en ese sentido, tiene que ver con el sorprendente grado de rechazo registrado. Si se suman las ausencias, las abstenciones y los votos negativos, puede decirse que más de un tercio de los 90 asambleístas (31) no le dieron su visto bueno al Balance. Aún más interesante es que 16 de los 75 miembros del Oficialismo no aprobaron la presentación. Sería necio, por parte de las actuales autoridades de San Lorenzo, no ver en este desacuerdo un primer aviso de que la impunidad terminó.
A rendir cuentas
Al compás de sus desmanejos, el apoyo casi unánime de la masa societaria con el que asumieron quienes hoy conducen a San Lorenzo derivó desde hace un tiempo en cuestionamientos generalizados. Y a las bajas internas traducidas en una reciente recomposición de la Comisión Directiva, tras el alejamiento de Marcelo Tinelli como principal referente, ahora se suma el rechazo de una parte de sus asambleístas.
El diagnóstico es claro: lo sucedido en la Asamblea marca el achicamiento de los márgenes de impunidad con los que hasta ayer se movían estos dirigentes. De ahora en más tendrán, como mínimo, que empezar a cuidar las formas. El contexto pandémico está dejando de servirles como blindaje para encaminarnos al desastre sin siquiera recibir una queja.
Ahora son los propios, y no sólo los extraños, quienes les exigen que rindan cuentas por su accionar. Es el primer aviso de lo que viene. No será el último.
Amén de que algunos ligarán el elogio de rebote, porque estimamos que ciertas ausencias habrán estado forzadas por razones personales, no queremos dejar de agradecerles a esos 16 asambleístas del Oficialismo que tomaron nota de la gravedad de la crisis económica y financiera del Club. Con hidalguía, sorteando muchas mentiras y presiones, se plantaron para darle un mensaje claro y contundente a la Comisión Directiva. Sabemos cuánto les costó. También intuimos cuánto les costará. Sepan entonces, que el reconocimiento es sincero, y para ustedes, siempre estaremos a disposición.
AUTOR: De Boedo Vengo
Agrupación de socios de San Lorenzo fundada en Julio del año 2000 con la convicción de un San Lorenzo más grande, movilizado, en Boedo y como una Asociación Civil Sin Fines de Lucro.
