UN DIBUJO EN LA PARED DE POMPEYA

TRIBUNA

El Veedor vuelve con una metáfora que huele mal. En un texto duro, fiel a su estilo, describe la caída y el vaciamiento de un club que pierde su identidad histórica minuto a minuto y que necesita recuperar la memoria con desesperante urgencia.

Extraño mucho ir a la cancha. De local y sobre todo, de visitante. Tengo ganas de volver a copar tribunas, volver a escuchar los cantitos, leer las banderas… Escuchar lo que opina el cuervo. Sé que parezco un pelotudo diciendo esto, pero también extraño, en el mejor de los casos, gritarle a ciertos cosos algunas varias cosas. Porque no me gusta nada lo que veo (o mejor dicho lo que no veo) en San Lorenzo. Y lo que no veo es exigencia, transparencia, decencia…

Lo vengo exponiendo hace rato en mi círculo rojo, un grupo de wasap casi metafísico que comparto con Vigo, Francisco, Elon y Bill, donde analizamos de qué manera lo intangible y desconocido puede ayudar a San Lorenzo. En el grupo también hay un tucumano. Y casualmente, hace un rato lo hablaba con Emanuelle, mi angelical abogada… ¿Cómo qué abogada? La que tengo “acá” agendada… ¡Epa, caíste cuervazo! Creíste que te iba a decir una grosería… pero no, lo que te decía es que extraño mucho el contacto con la gente en el estadio, semblantear el clima del acuario, porque se han aprovechado mucho de nuestra ausencia en los últimos meses. Nos perdimos muchos momentos donde nuestra voz hubiera sido determinante. Nos mojaron mucho la oreja. Nos perdimos entre otras cosas la chance de opinar, de exigir. De golpe todo se volvió una “storie” de Instagram. Si hasta nuestro ex presidente (díganle licenciado) devino en emo nostalgicón y sucumbió al mundo digital enseñándonos en vivo sus chacras emocionales en horarios cuánticos. El ex­presidente Marcelo Teen Angel nos ofreció sus “emo enseñanzas al amanecer” después de perder sus ilusiones de tomar la AFA por peso político pero un rato antes de saltar del barco hacia la pantalla del Trece, donde araña 10 puntos de mierda contra un programa de cocina que lo dobla en rating y contra una serie turca que también lo pone al Gomazo en la ruta perdedora.

Luego de montar una escena de victimización siendo él mismo el victimario de un socio indignado, inventándole al club una escena de violencia de la que se hizo eco la opinión pública; pero un rato antes de presentar un des-balance escandaloso donde se reconoce claramente un sistema de vaciamiento sostenido y compulsivo que provoca la diarrea inmediata en aquellos valientes que se animan a entenderlo.

En este marco se pidió licencia excusándose en que su trabajo (hacer un programa poronga, bien falopa) le impide cumplir con el compromiso que le confió el socio de San Lorenzo. Eso sí, el flaco de Bolívar dejó súper claro que nada tuvo que ver su ambición por el sillón de Tapia. El tipo dejó el club con un sangrado minuto a minuto para irse de joda con Piquín, la Barón, Hope y la concha de la lora. Evidentemente necesita más amigos cuervos, bueno… no como el ex – ex Mr President que ahora luce sus mofletitos en un Ministerio Nacional, pero amigos que le digan que si quiere a San Lorenzo, se equivoca en sus prioridades.

Y hablando de Roma, ¿lo conocés a Marcelo…? ¿¡Cómo qué Marcelo!? Agachate y conectame el cargador del handy… ¡Caíste de nuevo cuervo! Creíste que iba a decir otra grosería… Pero tranquilo amigo, que no caíste solo, en este mundo del revés es difícil no caerse como Condorito ¡Plop!

San Lorenzo está arrasado, vacío, es un dibujo en una pared de Pompeya. Y no me acuses de pesimista, que al fin de cuenta solo sería un optimista defraudado. ¿Por qué carajo se distorsiona la realidad en San Lorenzo?

Así se destruye a San Lorenzo, entregando postales falsas. Adiestrando cucarachas para que bailen el show de la opereta. Convirtiendo el club en un espejismo cada vez menos creíble. Ya no se trata de caer en un grosero chiste de rimas, estás cayendo cuervo, bien profundo y en un vacío creado cual agujero negro que todo se devora. Estás cayendo por un culo profundo y oscuro que arroja reflejos reales de atajos siempre direccionados hacia una salida falsa. Y caés con el peso y la gravedad de una hinchada grande que sabe dónde queda el fondo pero parece encaprichada en ignorarlo. El vacío es tan hondo que no ha quedado ni el recuerdo emocional de nuestra identidad histórica. Se licuaron la memoria de un club sagrado, que no desaparece porque justamente está consagrado al santo Padre Lorenzo.

Se cagaron en todo. No sanearon nada. Gastaron más de lo que generaron, pusieron guita que nadie les pidió, no lo informaron pero la van a querer cobrar, se generaron una deuda que no teníamos donde ellos son acreedores, abonaron sospechosamente a la cultura del juicio (ya hablaremos de esto, pero no es muy cuestionable que se lleve un litigio a sentencia cuando se puede conciliar por unos cuántos miles de dólares menos, ¿quiénes muerden ahí?), mantuvieron decenas de vagos, le dieron la tesorería del club a Pepe Garcarino que viene ahogado de quilombos y deudas en su casa de electrodomésticos, te alejaron del club y te mintieron una y otra vez en la cara. Estás ante la comprobación del vaciamiento que auspicia esta feroz caída por un aceitado tobogán, te estás deslizando hacia abajo por un esfínter rociado con desodorante de telo para disimular que huele a mierda porque en eso te han convertido.

Pusieron el club de rodillas y te redujeron a ser un testigo mudo que se expresa en unos pocos caracteres mientras ellos vaciaron hasta el último rincón de San Lorenzo y como si nada de esto hubiera pasado, lo quieren legitimar en una asamblea. Si legitimás todo esto aprobando la hipoteca del club, cómo no te vas a sentir un sorete…

Espejismo, caída, vaciamiento, mierda y mierda y mierda para un club que no resiste más soretes.

Lamentablemente, esta historia continuará…

AUTOR: El Veedor Azulgrana

Narrador de realidades que superan la ficción. Detractor del siga siga y enemigo del todo pasa. Deconstruyendo al sanlorencista de ley.

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