Copa Argentina, afuera. Libertadores, afuera. Sudamericana, lo mismo. Si hasta en el torneo local pasamos vergüenza con un Racing que se tambaleaba. Dirán que ellos también podían darnos el golpe de KO, pero nosotros estábamos en el piso hace rato.
En esos momentos uno piensa que el jugador va a rebelarse, o por lo menos demostrar que no le da lo mismo ganar que perder. Pero no. Nos cansamos de ver un equipo apático, sin ganas. No pretendo que jueguen como lo harías vos o yo; pero por lo menos que estén agradecidos de estar donde están…
Podría hablar con nombre y apellido, pero es más fácil rescatar a los que entienden la grandeza de este club. Pasa que en San Lorenzo, si haces las cosas bien, si entrenás incluso después de horario, si te cuidás físicamente (y no solo cuando te lo exigen en el club); la dirigencia va a buscar desgastarte. Lo harán a través de los periodistas partidarios, para que después, los de afuera, se suban a la marea. ¿Cuántas veces nos tuvimos que bancar que hablen mal de los Romero? Te dicen que ellos no quieren al club cuando después te los encontrás en el club, justamente, viendo jugar a los pibes de la Reserva. Te dicen que no les importa San Lorenzo cuando fueron los primeros en entrenar en plena pandemia.
En cambio, otros como Coloccini y Piatti quisieron jugarla de «hinchas», pero terminaron borrando todo lo bueno que alguna vez supieron conseguir. Yo a esos tipos no los quiero ver más. Nunca más. Porque fue claro que nunca les importó San Lorenzo. Aunque seguramente haya partidarios que quieran plantar la falsa bandera de «primero San Lorenzo». Como si pudieran decirnos algo. Como si no fuéramos los primeros en sufrir que las cosas se hagan tan mal una y otra vez. Para nosotros siempre están estos colores antes que todo. Por eso es que es que entendemos la importancia de los Romero. De todo lo que nos pueden dar. Ellos más que nadie merecen que una cancha entera delire a sus pies (ya habrá tiempo de ser felices…).
Resulta irónico que bastardeemos a los mejores. ¿En serio un tipo como Torrico, a sus 41 años, se merece que siga peleando por un lugar? ¿Acaso no se lo ganó, en base a sacrificio, cada vez que le trajeron a alguien para reemplazarlo? Pero él no habla, eh. Que no se confunda Piatti. Los mejores no necesitan hablar afuera de la cancha. No necesitan tirar mierda como él. Por eso ojalá, por una vez, esta dirigencia deje de hacer todo tan mal y empiece a cuidar no solo a quienes son los que pueden darnos más alegrías, sino a quienes, en definitiva, representan el patrimonio del club.
Y si no lo hacen, como hasta ahora se vio, actuemos en consecuencia. Porque no podemos naturalizar más que tengan que vender a grandes promesas, como Gaich, para apagar su propio fuego. No se fundó este club para esto. No. Y aunque todo esto nos llene de bronca y dolor, saber que ya no pueden instalar tan fácil las mentiras que ellos quieren, es suficiente para intentar cambiar lo que ya no queremos. Ni San Lorenzo, ni vos, ni yo nos merecemos esto.
AUTOR: Nataly Novillo
Colaboradora en DBV. Socia de San Lorenzo nro. 13.794. Editora de libros. Estudiante de Ciencias Económicas.
