LA BATALLA POR LA OPINIÓN PÚBLICA

VUELTA A BOEDO

En buena medida, el futuro de la Vuelta a Boedo se jugará en el ámbito de la política. Es por eso que la batalla por la opinión pública es tan importante, ya que no existe político que no esté pendiente de ella.

El hipermercado francés lo ha entendido a la perfección. Es por eso que su respuesta a la histórica (y unánime) votación del 15 de Noviembre fue una solicitada en los principales diarios nacionales. Es decir: a un hecho político le sigue una respuesta dirigida a la opinión pública. 

En la solicitada el hipermercado francés se declaró comprador de buena fe y básicamente se victimizó. Al mismo tiempo (y con anterioridad también), salieron varias notas en La Nación y Clarín con entrevistas a supuestos vecinos en contra de la Vuelta.

La estrategia entonces es victimización + ataque a la Vuelta escudándose en los vecinos del barrio. Ambas variantes buscan debilitar la posición del CASLA ante la opinión pública.

Creemos que la coyuntura del club nos puede permitir dar y vencer en la batalla mediática, pero no estamos seguros de que se perciba su importancia.

Por ejemplo, la solicitada del hipermercado no fue respondida por el CASLA. Una respuesta podría haber puesto en conocimiento de la opinión pública que los fundamentos de la reparación histórica a San Lorenzo son sólidos y surgen de la extorsión sufrida por el club por parte de la dictadura, probada mediante las ordenanzas de los 80 y votada por unanimidad en Legislatura tanto en 2007 como en 2012. Que no es demagogia. Que SL no va por el hipermercado sino por su identidad y su futuro. Que el proyecto va a ser de alto nivel y que el barrio va a ganar. Que lo va a pagar San Lorenzo.

Esperamos que en el futuro inmediato el CASLA ocupe su lugar en el campo de batalla mediático para contrarrestar las acciones contrarias a la Vuelta a Boedo.
Un elemento esencial de la batalla son los elementos del discurso opuesto a la Vuelta. El discurso anti Vuelta parece abrevar en nociones de planificación urbana pero esto no es cierto. Por ejemplo, ningun planificador urbano serio opinaría llanamente que «las canchas tienen que estar fuera de la ciudad».

En verdad, el origen del discurso son los propios medios de comunicación. Los estadios vistos como «problema para la ciudad» son consecuencia de la forma en que los medios de comunicación generan sus contenidos. Por ejemplo, si en un fin de semana se juegan 200 partidos de fútbol profesional en el país y se producen incidentes en uno de ellos la noticia serán los incidentes en ese estadio, no que en 199 estadios no se produjeron incidentes.

Entonces, la opinión pública asimila que lo que le muestran los medios es «la realidad», en lugar de ser aquella fracción de la realidad que los medios creen que, presentada a la población, maximiza su rating. Así es como algunas personas declaman que «cerca de un estadio no se puede vivir», cuando la realidad es que miles de personas eligen vivir cerca de estadios de fútbol.

Por lo tanto, una dificultad de la batalla por la opinión pública es que los medios, por su propia dinámica tendiente a crear un «espectáculo de las noticias», forman opinión en contra de todas las manifestaciones del fútbol en la ciudad, fomentando la noción de que Fútbol = Barbarie. Esto es y será aprovechado por el hipermercado francés, que busca enfrentar en la negociación a un CASLA debilitado, deslegitimado, a la defensiva.

Otra maniobra comunicacional anti-Vuelta es centrar toda la atención en el futuro estadio, ocultando los servicios y comodidades directas que se incorporarán a la zona (bar, confiteria, gimnasio, sede ampliada, salón de fiestas infantiles, iluminación, movimiento nocturno, etc). En las sospechosas entrevistas a los vecinos se le pregunta por «la cancha», como si la Vuelta a Boedo consistiera exclusivamente en la reconstrucción del Gasómetro. No se les pregunta «¿qué piensa de que San Lorenzo vuelva a tener en Boedo instalaciones de primer nivel que van a jerarquizar la zona?». El objetivo es mostrar un conflicto (siempre más atractivo para el rating que una situación armoniosa) y denigrar la Vuelta y presentar a la opinión pública la noción de que la posición de «los vecinos» es totalmente opuesta, como si no hubiera grises, como si no hubiera muchos vecinos a favor.

El CASLA tiene una dura lucha por delante en el ámbito comunicacional, ya que la Vuelta a Boedo va en contra de prejuicios y creencias bastante arraigadas, sin fundamentos sólidos de planificación urbana, pero con cierta aceptación en públicos que encuentra atractivas las visiones autoritarias y anti urbanas.

No es una lucha imposible ni mucho menos y creemos que el CASLA puede darla con éxito, pero debemos comenzar por dar a la batalla por la opinión pública la importancia que tiene, ya que en ella se juega gran parte de la Vuelta a Boedo.

AUTOR: Marcelo Castillo

Miembro Integrante de DBV. Socio de San Lorenzo. Economista. Magister en Economía Urbana.

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