ZONCERAS AZULGRANAS 10: «QUIEREN QUE PIERDA»

CULTURA

Cerramos una temporada difícil, dolorosa, plagada de zonceras concernientes a la vida deportiva e institucional del Club que uno ama. Que es también, por desgracia, el Club por el que uno se hace mala sangre, descuida su salud psíquica y física, le roba tiempo al trabajo o a la familia, deja de lado un sinfín de actividades o proyectos personales, se pelea con todo el mundo, en fin, el Club que -este año como nunca- le puso sal a las heridas de nuestra vida cotidiana. Y todavía hay que soportar, de tanto en tanto, una acusación que definitivamente excede los límites de la buena fe. “Ustedes quieren que San Lorenzo pierda”. “Ustedes se ponen contentos si a San Lorenzo le va mal”.

Generalmente utilizados por el Oficialismo de turno y sus portavoces para desacreditar a quienes buscan cambios positivos; es decir, para convertir a la Oposición dentro del Club en Oposición al Club, esos latiguillos cortan de raíz la posibilidad de cualquier disidencia, cercenan de plano toda acción o pensamiento crítico. Así, cada fracaso, en lugar de motivar la autocrítica y replantear las prácticas, es usado por más de un mediocre para señalarnos con el dedo acusador. Y cada victoria, por pequeña que sea, se nos enrostra como si fuera a nuestro pesar.

Gigantesca prueba del chiquitaje que tanto daño le hace a San Lorenzo, la creencia de que uno especula políticamente con el dolor y las derrotas sanlorencistas (¡a más de dos años de las próximas elecciones!) no sólo resulta vil, sino que subestima la inteligencia y el sentir del socio. ¿Acaso éste no le dio la espalda a un CASLA futbolísticamente exitoso cuando se puso en peligro su continuidad como entidad civil sin fines de lucro? ¿Y acaso alguien en su sano juicio podría considerar deseable un descenso o una quiebra para incrementar sus posibilidades electorales y luego tomar las riendas de un Club descendido o quebrado?

Lejos de toda mezquindad, nos avalan 11 años de no tener otro interés más que la recuperación y el crecimiento de San Lorenzo, y de expresar coherencia tanto en los dichos como en los hechos. Le pusimos el cuerpo a las balas del gerenciamiento; nos embanderamos con las mejores causas; nunca le pedimos un peso al socio; jamás hicimos de nuestra pasión un kiosco o un negociado y, en silencio, lejos de los flashes, aportamos -y seguimos aportando- proyectos, energía, tiempo y dinero en beneficio del Club. Con aciertos y errores, pero siempre del mismo lado, estuvimos donde teníamos que estar. Y vamos a seguir estando, que nadie lo dude, incluso si el barco se hunde -más allá de que desde nuestro lugar agotaremos todas las instancias para que eso no ocurra-, gozando hasta la médula con cada triunfo y padeciendo en el alma cada caída.

Porque, digan lo que digan, somos los que hoy, como vos, nos quemamos la cabeza haciendo cuentas y proyecciones sobre los puntos que hay que sacar el año que viene para escaparle a la Promoción; los que nos sorprendemos -o no tanto- gritando los goles de los rivales de Tigre, Olimpo y All Boys; los que contra Independiente nos quedamos 30 minutos después de consumada la derrota jurando fidelidad en las buenas y en las malas, pero más que nada sacándonos la bronca de encima, haciendo catarsis colectiva por los colores de este amor. Y somos los que, también como vos, el 31 por la noche alzaremos nuestras copas para brindar por un CASLA más digno.

AUTOR: Carlos Balboa

Socio 12.236. Socio Refundador 2.045. Miembro de DBV. Periodista.

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